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Biden presidente y la maledicencia

Ese comportamiento ha sido sistemático durante la presidencia de AMLO y coincide con el de sus adversarios políticos quienes buscan minar la simpatía ciudadana del tabasqueño.

La comentocracia nacional se esfuerza por buscar motivos de desencuentro entre el nuevo Presidente norteamericano y el Gobierno de México. Es fácil documentar este patrón revisando los distintos medios de comunicación escritos, sintonizar un canal de TV o programas radiales con invitados que analizan la llegada de Biden a la Casa Blanca y la relación con su vecino del Sur. Ese comportamiento ha sido sistemático durante la presidencia de AMLO y coincide con el de sus adversarios políticos quienes buscan minar la simpatía ciudadana del tabasqueño; a esta tarea se han unido una buena parte de los analistas políticos. Lo que es evidente es que no alcanzan a lograr su cometido, a juzgar por los resultados de los sondeos demoscópicos que siguen dando al Ejecutivo federal una buena aceptación.

El limitado avance de la oposición y de muchos “líderes de opinión” que le hacen eco, los ha llevado a ubicar en Biden la última esperanza para hacer contrapeso a la fuerza política acumulada por la 4T. En tal propósito, construyen extrañas historias que, reunidas a conveniencia, pretenden mostrar que las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México están a punto del rompimiento. Reprochan que AMLO se haya tardado en felicitar a Biden cuando salió airoso en las primeras cifras del conteo de votos el 3 de noviembre. Desde entonces insinuaban que la cosa estaba mal y que López Obrador no había recibido invitación para la investidura del ex vicepresidente de Obama. Luego se les ocurrió filtrar que el mexicano hacía mal en exigir un rápido acuerdo migratorio cuando lo que debería decir, según estos analistas, es que México ponía a disposición sus buenos oficios para encontrar una solución perdurable a esa delicada cuestión. La liberación del general Cienfuegos y los duros señalamientos del Presidente al escaso profesionalismo mostrado por la DEA les bastaron para decir que Estados Unidos había sido ofendido y que esa descortesía implicaría el enfriamiento de las relaciones entre México y Estados Unidos.

Lo cierto es que esas aseveraciones no dejan de ser meras especulaciones tejidas con la idea de defenestrar al mandatario mexicano. La objetividad está en otra parte; por ejemplo, las relaciones comerciales y políticas entre ambos países van más allá del talante que puedan mostrar los dos mandatarios; las relaciones comerciales están pautadas por el T-MEC gestionado por Trump pero validado por los demócratas de la Cámara Baja y por los senadores. En las relaciones políticas hay mucho por convenir y seguramente así lo harán Biden y AMLO. Sólo como anécdota hay que recordar que el canciller Ebrard fue en su momento un animado promotor de Hillary Clinton en la fallida campaña de 2016. Recordemos también que la ex embajadora Roberta Jacobson se mostró atenta y comedida para conservar las buenas relaciones bilaterales, así que ahora que ha sido designada como responsable de gestionar la relación fronteriza con México, se podrán esperar buenas cosas.

En cuanto a la seguridad efectivamente hay tensión sobre todo porque Estados Unidos no se aplica mucho para detener el flujo ilegal de armas hacia México. Como señala López Obrador, no se busca fortalecer el Plan Mérida que para efectos prácticos no tuvo resultados visibles, sino fundamentalmente que en materia de seguridad el vecino se comprometa a cerrar la frontera al tráfico de armas de uso exclusivo del Ejército. Pero las relaciones con Estados Unidos seguirán, con AMLO o sin él, con Biden o sin Biden. Hay una herencia cultural y de relaciones familiares que sería imposible esconder y por supuesto una colindancia geográfica que nadie ni nada borrará.

CAB DESCANSO:

Instantáneas de la elección local

No deja de sorprender la alharaca que hacen los candidatos independientes a la gubernatura de Sonora. No tenían muchas probabilidades de reunir las firmas que la ley obliga para ser reconocidos oficialmente como aspirantes. Sabedores de esa condición y en el afán de pescarel recurso que otorga el árbitro electoral cierran el acceso al aeropuerto de Hermosillo. Ese temerario lance los dibujó de cuerpo entero.

Alvaro Bracamonte Sierra. Doctor en Economía. Profesor-investigador de El Colegio de Sonora.

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