Anomia mundial
Perfiles disruptivos, como Andrés Manuel López Obrador o un ultraconservador como Bolsonaro en Brasil o un racista como Donald Trump en la Casa Blanca.
El pasado 9 de septiembre la periodista de El País de España y defensora de los lectores de ese periódico entrevistó al ex presidente español, Felipe González, que fue mandatario durante catorce años ininterrumpidos, sobre lo que estaba pasando en el mundo. ¿Por qué vemos cada vez más mandatarios contra las reglas establecidas?
Perfiles disruptivos, como Andrés Manuel López Obrador o un ultraconservador como Bolsonaro en Brasil o un racista como Donald Trump en la Casa Blanca. Es una gran entrevista que ayuda a entender mucho lo que ocurre en el mundo y nuestro México. Por su importancia agrego link (https://elpais.com/elpais/2019/09/06/ideas/1567788069_700117.html ).
En resumen el ex presidente de España decía: “Las relaciones internacionales están viviendo una completa anomia, una falta de reglas. Las pocas que se construyeron después de la II Guerra Mundial están destruyéndose. Y las nuevas reglas, construidas más recientemente, no se están respetando. Hay una falta de acatamiento al derecho, a la norma, que se refleja, por ejemplo, en la crisis de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la crisis de los acuerdos de desarme y no proliferación nuclear, y en la crisis del cambio climático.
Podríamos citar algún caso más, pero la cuestión es que todos los mecanismos de ordenación están siendo negados y abandonados. Hay un absoluto desprecio por la normatividad, por el derecho, por las reglas que hace que las decisiones sean arbitrarias”.
La entrevista hablaba en torno a cómo el modelo capitalista mundial está destruyéndose a sí mismo. Se refería a que el planeta ya no es sostenible bajo las visiones de gobiernos actuales. Dice González: “El gran desafío es saber si el modelo económico financiero que se ha instalado en todo el globo es sostenible -y no le meto carga ideológica alguna-. Yo creo que no. Dicho en términos manchesterianos, el modelo del capitalismo triunfante está destruyéndose a sí mismo por su insostenibilidad.
Tengo una perspectiva socialdemócrata y creo que la distribución del ingreso es muy injusta, pero más allá de la discusión sobre la justicia social o mejores oportunidades en la predistribución de la riqueza, un poco más allá del debate ideológico, hay una realidad, y es que la sostenibilidad de este modelo económico va a fracasar. Las sociedades no soportarán una nueva crisis.
Ese es el primer elemento de análisis: El modelo no es sostenible desde el punto de vista socioeconómico”. Eso estamos viendo en, por ejemplo, las manifestaciones de América Latina. No hay crecimiento económico. Hay descontento en la clase media. Mientras que el Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento este año de sólo 0.2% en América, en Asía la economía crecerá 5.9% y en África 3.2%.
Según el análisis de Javier de la Fuente de El País, uno de cada 10 latinoamericanos vive en pobreza extrema. Es el fondo de los que estamos viendo desde Bolivia, Colombia, Ecuador y Chile. En este último país el presidente Sebastián Piñera pidió la renuncia a todo su Gobierno para hacer un relanzamiento. El origen de las protestas chilenas fue la propuesta de subir el cobro del metro. Han muerto 19 personas. Argentina en la misma línea: Hasta ayer los avances preliminares daban el triunfo a Alberto Fernández, en fórmula con Cristina Fernández, sí, la ex presidenta procesada por corrupción y señalada de autoritarismo, aventajaba la elección contra Mauricio Macri, para gobernar un país con catástrofe económica, de acuerdo a todos los estudios y análisis argentino. México experimenta un nuevo modelo económico que aún no sabemos si tendrá éxito. Pero se han cambiado las reglas del juego. Estamos asistiendo a un fin de lo políticamente correcto. En el mundo.
López Obrador ya demostró su estilo personal de gobernar. Y, a diferencia de lo que estamos viendo en países latinoamericanos, sí tiene popularidad y legitimidad en su Gobierno.
El mundo se ha vuelto complicado. Las reglas, estilos de Gobierno, modelos económicos, normas diplomáticas internacionales acordados el siglo pasado ya no funcionan. Es hora de retomar y estudiar de nuevo a Juan José Bremer, en su obra “Tiempos de guerra y paz, los pilares de la democracia: Desde Westfalia a San Francisco”, para darnos cuenta que todo acuerdo para pacificar al mundo y establecer reglas económicas y de convivencia política en más de 500 años han quedado atrás.
Se vive una insatisfacción mundial contra los gobiernos. En una era de la información en donde los ciudadanos ahora sí tienen poder en las redes sociales y no se dejan engañar. ¿Qué hay que hacer? Mucho. De las propuestas hablaremos el siguiente artículo. Pero debemos entender que asistimos al resquebrajamiento de lo conocido.
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