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Ahora sí… sálvese quien pueda

Con un plan de rescate económico que luce raquítico por el lado que se le vea, pareciera que el presidente López Obrador le apuesta a debilitar al sector empresarial mexicano...

Con un plan de rescate económico que luce raquítico por el lado que se le vea, pareciera que el presidente López Obrador le apuesta a debilitar al sector empresarial mexicano para después estatizar compañías con el argumento que la IP no pudo con el paquete.

La emergencia sanitaria por el Coronavirus está golpeando fuerte y todos los días a diversos sectores de la economía como al turismo y al entretenimiento, también a las aerolíneas y a la marina comercial.

Además, desde ya están padeciendo las inclemencias del brote infeccioso los negocios del rubro comercial, del ramo automotriz, de la construcción y bienes raíces, así como las manufacturas. Conforme sigan vigentes el aislamiento y las restricciones, sufrirán las organizaciones financieras, las educativas y las del combustible como: Gasolineras y expendedoras de gas.

Pero no obstante este negro panorama que está provocando en México el Covid-19, el mandatario no se dignó en anunciar un verdadero programa de emergencia económica en su informe de actividades de los primeros 100 días de su segundo año de Gobierno.

El empresariado abrigaba esperanzas de que el jefe del Ejecutivo federal diera un golpe de timón al sensibilizarse y rescatar de forma contundente y pronta a la planta productiva nacional con una política económica contracíclica respaldada en un esquema fiscal benevolente.

Sin embargo, en su informe de este domingo y en la soledad del patio central de Palacio Nacional por la coyuntura sanitaria, el Presidente se explayó en 51 minutos a repetir sus programas sociales y, el prometido plan de contingencia para proteger al empleo y a las familias, brilló por su ausencia.

Eso sí, en su discurso de golpeteo y división, dijo que ya no más recetas que en sexenios pasados aplicaban los neoliberales y conservadores. Las nuevas recetas, precisó, tienen que ver con el bienestar del pueblo.

Antes, se contrataba más crédito (deuda) y se rescataba a los grandes empresarios -como por ejemplo con el Fobaproa-, se daban privilegios fiscales, se dejaba que las empresas despidieran personal, que redujeran sueldos y quitarán seguridad social.

Ahora, nada de eso, indicó en su discurso clientelar y remachó, “nunca más a los privilegios, al saqueo, a la corrupción y a la impunidad; nada nos hará regresar al pasado”.

AMLO EN SU MUNDO

El Presidente está convencido de que lo que anunció el domingo como un plan para reactivar la economía, es muy bueno y que no habrá otro por más que se lo pidan.

El programa anunciado es muy bueno, dijo, ya que habrá “22 millones de beneficiarios, 2 millones de créditos en nueve meses y 2 millones de nuevos empleos” y presume que este plan será modelo para otros países.

Es claro entonces que López Obrador no apoyará de forma global e inclusiva a la planta productiva nacional porque a los empresarios no los ve como creadores de riqueza, sino como destructores de esta, y lo peor, los cataloga como los explotadores del trabajador y los únicos provocadores de la desigualdad económica.

Su visión, propia de décadas pasadas, lo ha llevado también a criticar a las calificadoras de riesgo. Fitch Ratings acaba de bajar la nota de México y Pemex y la queja oficial no se hizo esperar, “ya no son la biblia como eran antes, al menos en el caso de México”.

En medio de estos enredos las expectativas económicas de México son cada vez más sombrías con una caída del PIB de dos dígitos, un tipo de cambio por las nubes y una inflación que corre el riesgo de dispararse.

CONTRA LA PARED

Con la pandemia que amenaza con extenderse hasta la primera mitad de junio y con un plan de contingencia federal que no existe, Sonora está obligado a “sacar la casta” por el bien del sector productivo que opera en la entidad.

A la fecha la gobernadora Claudia Pavlovich ha anunciado descuentos, prórrogas y suspensiones a favor de empresas, trabajadores y familias, también créditos emergentes desde 10 mil hasta 50 mil pesos a tasa cero. A las mipymes las financiará con montos que van desde 150 mil pesos hasta 5 millones de pesos a tasa fija del 15.5% con cero comisión a plazos entre tres y cinco años.

Y el titular de la Secretaría de Economía, Jorge Vidal, tiene la encomienda de redoblar esfuerzos para promocionar a Sonora en el mundo y aumentar la población empresarial en el Estado. Nada fácil en estos tiempos de virus y de 4T.

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