Agnico Eagle, ejemplo de minería responsable
¿Se imaginan que una mina en México se preocupe por el medio ambiente y haga campañas de forestación y remediación de los materiales que utiliza?
¿Se imaginan que una mina en México se preocupe por el medio ambiente y haga campañas de forestación y remediación de los materiales que utiliza? ¿Que respete a la comunidad que lo rodea? ¿Que dignifique el nivel de vida y salario de sus trabajadores? ¿Que dé la cara al pueblo para aclarar dudas de los ciudadanos? ¿Que sus directivos atiendan directamente, públicamente, algún problema que se presente? Que humanice, pues, su trabajo. ¿Se imaginan que los mineros que laboren en su campo duerman en cabañas de primer mundo en medio de un bosque lleno de pinos? Con desayunadores, gimnasio.
Todo eso sí existe. Lo tiene Agnico Eagle, una minera de origen canadiense que opera en Ocampo, Chihuahua y Sonora.
Un grupo de periodistas fuimos a visitar sus instalaciones el pasado fin de semana. A entrevistar y contrastar lo que ahí sucede. Por desgracia el único ejemplo que se ha posicionado en nuestra comunidad y casi en todo el País es el de Grupo México, que es todo lo contrario: No rinden cuentas a nadie.
Esto es una historia de una buena práctica minera. Agnico Eagle nació en el 2007. Tiene doce años. Cuenta con mil 200 trabajadores. Todos de Chihuahua. Pagó 326 millones de dólares de impuestos en 2018 que incluye ISR, derecho minero, derecho extraordinario.
Ofrece salarios 35% mayores que en el mercado. El Municipio Ocampo, Chihuahua, su sede, redujo su pobreza de acuerdo a datos del Coneval: En el 2010 había 20% de su población pobre. En 2015 disminuyó a 10%. Agnico Eagle es una empresa minera de capital principalmente canadiense que cotiza en la bolsa de Toronto Exchange.
Cuenta con operaciones en Canadá, Finlandia y México. Aquí está constituida como Agnico Eagle México y es subsidiaria de Agnico Eagle Mines Limited. Trabaja tres minas: Pinos Altos y Creston Mascota en Chihuahua y La India en Sonora, mismas que producen plata y oro en 85% y 15% respectivamente. Tiene permisos y concesiones otorgadas por el Gobierno federal, además de las licencias sociales que le permiten promover el desarrollo e impulso de las comunidades donde opera.
En México está certificada por ‘Great Place to Work’ entre las 100 mejores empresas para trabajar, Industria Limpia, Empresa Socialmente Responsable, Programa de autogestión en seguridad y salud en el trabajo, código del cianuro, entre otras. Trabaja en ser la primera mina en equidad de género certificada.
Realiza prácticas de responsabilidad social y ambiental: Reforestación constante, aprovechamiento de sus prácticas y procesos mineros para nuevo uso, carreras comunitarias, actividades en el Municipio, becas escolares y de trabajo. De quebrar tiene que dejar 17 millones de dólares para indemnización a la comunidad por cambio de uso de suelo en las 400 hectáreas que ocupa. Empezaron con mil litros de agua por tonelada de mineral. Hoy utilizan 160. Datos duros: Un pantalón de mezclilla demanda 7 mil litros de agua para producirse. El 78% de actividad agrícola consume la gran cantidad de agua. Aplican 400 mil metros cúbicos al año de agua. Cada dos años los audita Profepa o practican auto auditoría con aval de Canadá. No tiene ningún accidente fatal de empleado en doce años de trabajo.
Esto es un diagnóstico aprobado por la Asociación de Minas de Sonora. Es un ejemplo de lo que sí se puede hacer. Por el bien de nuestra economía, porque no debemos depender de cambios de Gobierno: Necesitamos empresas socialmente responsables. Agnico Eagle lo es. El problema son nuestras autoridades y legislaciones. En Chihuahua fue expulsada del directorio de empresas mineras una de Carlos Slim, por provocar la muerte de una persona. Aquí en Sonora es impensable eso.
No ha cambiado en nada las leyes desde el derrame de Grupo México hace cinco años. Sigue siendo una legislatura laxa, a modo del que tenga más poder: Multas de risa y criterios inhumanos para operar. Sin exigir reparaciones de daños completos. Sin monitoreo de agua obligatorio. Permanente. Así estamos. Agnico Eagle no necesita leyes ni sanciones duras. Ellos son social, humana, ecológicamente responsables.
De acuerdo a especialistas en minería la industria del futuro, pero ya desde hoy, debe apostar a utilizar menos agua, sin daño ambiental, reducir áreas de impacto, automatización de procesos y más responsabilidad social. Agregaría: No pueden desvincularse de sus comunidades.
Su actividad impacta a todo a su alrededor. Deben humanizarse, dar la cara, ponerle rostro a sus actividades, asumir responsabilidad social, ambiental, económica, derechos laborales. Estar presentes en campañas permanentes en redes sociales y medios para crear esa unión con el ciudadano. Agnico Eagle ya lo hace.
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