Líderes empresariales de Sonora
Recuerdo hace algunos años cuando advertimos los primeros casos de secuestro de información, así como lo lee, la sola idea de ser víctima de un cyber secuestro era más o menos equivalente a decirle que usted viajaría a la Luna, eran cosas como de película de James Bond. No, a nosotros que nos sentimos locales, que la globalización es como un domo que nos cubre, pero es lo de fuera. No, a nosotros no. Y fíjese que sí, con la novedad que ya van tres de mis clientes que han pasado por esta situación: “Los hackers” les secuestran la información y les piden bitcoins de recompensa, créame que es una pesadilla. Imagínese que llega a su empresa y tiene cero base de datos, nada, ni la información de sus clientes, mucho menos el historial de compra y con muy poca posibilidad de recuperarlo, ahí es donde todo se vuelve crisis, todos en modo correctivo “hubiera…”. Hoy en día ya las empresas están tomando conciencia de la importancia de proteger su información, su base de datos. ¿Pero qué cree? Le tengo otra novedad, ¿ha escuchado hablar del black-hat?, ¿del SEO? Permítame explicarle en layman’s terms, o sea, con peras y manzanas. Ya ve que he sacado cuentas de cuan atrasados vamos en cuanto a tecnología de la comunicación con respecto a EU y UE, y que me da como ocho años, bueno en cyber seguridad ya nos alcanzaron, ya sufrimos el delito, ya estamos ocupándonos de eso, pero del blackhat, ¡no! Recuerde que cuando alguien va a hacer negocios con nosotros o va a comprar equis producto va a los buscadores a investigar la mayor información posible para tomar la decisión de comprar o no. Se ha puesto a pensar ¿quién alimenta los buscadores? ¿de quién depende que tal o cual información aparezca? Es todo un tema y le compete al SEO “search engine optimization” u optimización de los motores de búsqueda, es esta rama del marketing que se encarga de la parte de estudiar los algoritmos, de determinar palabras clave (keywords) para tener una guía de qué contenido generar para que Google nos tome en cuenta como respuesta. Pero resulta que así como hay palabras “buenas” que se pueden relacionar con nuestra marca (o nombre), hay quien pagar por relacionar contenido malicioso con nosotros. Por ejemplo: Un doctor contrata a un -llamémosle hacker- (para no perder el tono policial) y le paga por relacionar el nombre de su competencia con una mala praxis ¡imagínese! Y volvamos al párrafo uno, no, no sólo pasa en las películas de James Bond, está pasando ahora en sus narices ¿va a esperar a tener comprometida su reputación antes de ponerse en modo preventivo? Va a necesitar supervisión constante SEO, que esté monitoreando su nombre, el de su empresa y/o productos para cuidar su reputación on line. Por favor, no quiero que el año que entra ande llorando por las esquinas porque en Google sale que su empresa o servicio tiene muy mala reputación. De verdad con el corazón le digo, no me gusta decir: “Se lo dije”. Empiece buscando en la ventana de incógnito (navegación privada) su nombre, su empresa o su marca. Búsqueme en redes sociales “I know a guy”.
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