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El bullying escolar no es un “juego de niños”

“Es muy importante hacerles saber a los hijos que ellos no están mal por sentir miedo ni son culpables de la situación que viven”, recomiendan ante el acoso escolar.

El bullying escolar no es un “juego de niños”

HERMOSILLO, Son.- El bullying y acoso escolar causa un impacto negativo emocional y físico, que incluso puede perdurar por años posterior al abuso, pero escuelas y autoridades no han logrado protocolos efectivos para evitarlo, o detenerlo, aseguran víctimas de este problema.

El bullying siempre ha existido y va a seguir existiendo, pero lo humillante es que no se ha logrado detener o atender de manera correcta”, mencionó Fernando, quien fue víctima de bullying en una primaria y secundaria privada hace 15 años.

“Creo que tiene mucho que ver la sociedad en la que vivimos, de impunidad total, donde si no te pasa a ti, entonces no pasa nada.

Y no se trata de juzgar sólo a los violentadores, sino a las personas que no lo detectaron a tiempo, eso es lo alarmante e injusto, que a pesar de que la educación es tan importante, permitan que esas situaciones se presenten en ambientes escolares”, lamentó el joven de 24 años, quien actualmente es pasante de la carrera de Medicina, en la Universidad de Sonora.

Fernando, nombre falso para proteger su identidad, contó que él sufrió violencia emocional y sicológica prácticamente toda su infancia, por niños, maestros e incluso padres de familia. Esto lo dejó marcado por muchos años, con dificultad para poder relacionarse afectivamente con otras personas e incluso poder tener relaciones sentimentales de pareja.

Acoso escolar / fotografía ilustrativa

Francis del Real, sicóloga clínica especializada en terapia familiar, señaló que el bullying suele dejar secuelas a largo plazo, e incluso que pueden perdurar toda la vida en una persona.

Casos documentados en literatura médica, e incluso en su propio consultorio, comentó, muestran que el abuso escolar es un problema de salud pública importante, pues niños que han sufrido esta situación suelen ser adultos inseguros, con dificultad para concentrarse o relacionarse con otras personas.

ILUSTRATIVA DE ARCHIVO. | Foto: Especial

Son adultos que presentan baja autoestima y dificultades en el área de la autovalidación, porque en la edad temprana, la infancia y la adolescencia, que es donde más ocurre este tipo de actos, es justamente donde formamos la estructura emocional, y este tipo de abusos imposibilitan que esa estructura tenga una solidez adecuada”, explicó.

“Eso ocasiona problemas en su autoestima, reconocimiento de su propio valor, dificultades para tolerar el estrés, ansiedad ante detonantes que le recuerden estos eventos, e incluso estrés postraumático”, aseguró.

Y aunque una atención profesional sicológica es de gran ayuda para eliminar los impactos negativos a largo plazo, muchos padres no se dan cuenta o minimizan este tipo de actos, lo que hace que muy pocas víctimas logren tener un tratamiento adecuado, reveló la sicóloga.

IMPORTANTE: NO MINIMIZAR ABUSOS

Fernando agradece a sus padres por todo el esfuerzo que pusieron en ofrecer terapias y tratamientos siquiátricos que le permitieron superar esta etapa de su vida de la mejor manera, pero acepta que la herida causada por esos daños dejó una cicatriz permanente en su persona.

Yo no encajaba con los demás niños al tener Trastorno de Déficit de Atención con hiperactividad, era regañado y señalado constantemente tanto por padres, como por maestros.

“Los papás pensaban que yo era una mala influencia, entonces ellos mismos impulsaban el rechazo, recuerdo una vez, en tercero de primaria, un compañerito me había invitado a su cumpleaños, y la mamá cuando se enteró vino y me desinvitó, y la verdad me sentí muy afectado”, manifestó.

UN PROBLEMA PERSISTENTE

En Hermosillo, el acoso y abuso escolar actualmente se presenta de manera física, sicológica, sexual, e incluso cibernética, sin que alumnos tengan un modo de protegerse de estos actos. Lamentablemente, señalan las víctimas, el personal educativo tampoco logra moderarlo o intervenir de manera exitosa, por lo que padres de familia tienen que llegar a medidas extremas para intentar preservar la seguridad de sus hijos.

“Mi hijo sufrió acoso escolar en cuarto de primaria por otro niño, el cual se burló de él en varias ocasiones, al punto de hacerlo llorar”, denunció Marco Rivera, padre de familia de un alumno de primaria.

Además violentaba a otros compañeros, tocaba a las niñas, les decía obscenidades, se bajaba los pantalones, cosas para nada aptas para un niño de 9 años, esto sucedió por dos años, hasta que nos hartamos”.

El bullying, relacionado con este caso, inició desde el 2021, después del regreso presencial de clases por la pandemia, precisó. Fue entonces que él y otros papás se manifestaron, añadió, cerraron la escuela, y entonces acudió la Secretaría de Educación y gracias a eso retiraron al niño del plantel.

Full length portrait of crying schoolgirl sitting on stairs outdoors with group of teasing children bullying her in background, copy space

“Pero fue después de mucho tiempo, y de mucho hartazgo”, recalcó Marco, quien también se identificó con un nombre falso.

Cuando ví que mi hijo un día llegó llorando, yo dije ya no más, y fui y hable con la maestra, pero la maestra argumentó que el niño estaba en tratamiento, que lo estaban llevando a sicología, por parte de la escuela, y de ahí no salían”.

Y a pesar de que los padres de familia hablaban con las autoridades de la escuela, no veían ningún cambio o consecuencia hacía los actos del niño, siendo eso lo que les llevó a tomar las instalaciones.

“Dimos el seguimiento o el protocolo que nos ofreció la escuela, pero no nos daban seguimiento.

Incluso, después de que sacaron al niño de la institución, tres padres fuimos a poner una denuncia al Ministerio por lo que vivieron nuestros hijos, eso fue en octubre del año pasado, y es momento que no nos responden, según la licenciada porque dicen que no tienen sicólogo perito para tomar el testimonio de los niños”, manifestó.

PEDIR AYUDA ES CLAVE

Francis del Real abundó que acciones como las de Marco, y los otros padres en este caso, son muy importantes al momento de proteger a un menor, pues hacerles sentir que son escuchados, valorados y protegidos, es clave en su recuperación.

“Es muy importante hacerles saber a los hijos que ellos no están mal por sentir miedo ni son culpables de la situación que viven, ofreciéndoles alternativas como ir a hablar con las autoridades, y ver qué es lo que está pasando.

Ilustrativa. | Crédito: Canva

“Esto desde una posición tranquila, madura y sin incitar a la violencia”, aseveró, “porque muchos jóvenes o niños que sufren bullying deciden no decirlo, por temor a la reacción del papá o la mamá, entonces lo primero es darle la tranquilidad de que no va a ser más expuesto, porque los niños y adolescentes, sobre todo, temen a eso”, explicó.

Como Marco, otros padres de familia expresan la injusticia e impunidad con las que se tratan este tipo de situaciones, tanto en planteles públicos como privados. Y aunque hay escuelas con protocolos que buscan erradicar y prevenir el acoso escolar, en ocasiones son las mismas familias quienes promueven estos actos de violencia y discriminación en sus hijos, agravando el problema.

LO HOSPITALIZAN POR GOLPES

Tal es el caso de Nora, y su hijo Raúl, quien estudia cuarto año de primaria en una escuela privada de Hermosillo. Lamentablemente, relató la madre de familia, el año pasado seis niños lo golpearon a tal magnitud, que terminó en el hospital con hematomas en todo su cuerpo y un hombro dislocado.

Al ver esto nos fuimos al hospital, le hicieron la revisión competente, y mi hijo nos explicó que lo habían golpeado entre tres niños y tres niñas en una ausencia del maestro de educación física. Mi hijo terminó con lesiones de desprendimiento de hombro, hematomas en abdomen, piernas, brazos, porque le dieron de patadas”, afirmó Nora.

Al ver esto, de inmediato se comunicó con la autoridad escolar y presentó el parte médico; la escuela, afortunadamente, accionó el protocolo anti bullying, con sanciones pertinentes a cada uno de los alumnos involucrados y el despido del profesor que se había ausentado, ya que al parecer noera la primera vez que sucedía esto en su clase.

Muchas veces en las escuelas, los maestros pueden llegar a ignorar que sus alumnos pueden estar sufriendo prácticas como bullying. Foto: Archivo

Desgraciadamente, fueron los padres de familia quienes se molestaron por esta acción, contó Nora, debido a que sus hijos fueron sancionados y se quejaron públicamente del hecho.

En ningún momento nosotros tuvimos una cita con los padres de los otros niños, pero en los chats de padres sí se comentó el suceso, las mamás de los otros niños estaban inconformes por la sanción hacía sus hijos.

“Yo respondí que todo acto tenía una consecuencia y que como padres no podemos consentir los actos violentos, y los papás optaron por sacarme del grupo de Whatsapp, pero eso es algo ajeno a la escuela, la verdad, y no es algo que me preocupe o que afecte la seguridad de mi hijo, que es lo que me importa”, expuso.

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