Sequía tiene en pausa a pescadores de la presa

HERMOSILLO, SONORA.- La pesca en el interior de la presa es la única manera en la que Margarito Félix Soto, de 52 años, se gana la vida. Hace ocho meses tiene su lancha varada debajo de un mezquite en su casa.

El pescador y representante legal de la Cooperativa en la Presa Abelardo L. Rodríguez, quien aprendió el oficio desde niño gracias a sus padres y familiares. Señala que las condiciones de sequía en el Estado han afectado severamente la producción y que en cinco décadas no había presenciado una situación similar.

Ya nos ha pasado varias veces, pero esta vez ha sido la más fuerte porque la presa ha agarrado agua y hemos tenido dos años de seguido trabajando pero este año que pasó no hubo lluvias, no hubo agua y se nos secó la presa, se nos acabó nuestro trabajo”, añade.

Actualmente son cuatro socios los que están inscritos de forma legal en la cooperativa y que esperan lleguen las lluvias pronto para poder empezar a trabajar.

Sonora

En crisis ganaderos de la región del Mayo por sequía

En años anteriores, cuando las lluvias eran más recurrentes lograban alrededor de una tonelada y media de tilapia, la cual era distribuida y vendida en las pescaderías locales.

CUANDO HABÍA AGUA

Un día normal para Margarito era levantarse temprano, antes de las 06:00 horas para preparar todo lo necesario: La lancha, las redes y herramientas que utiliza para la pesca de tilapia, lobina y mojarra.

Ahorita se puede decir que estamos desempleados, yo y los compañeros le estamos buscando por diferentes lugares en ranchos particulares que en otras ocasiones ya habíamos trabajado con ellos, inclusive lo poquito que podamos comprar en el mar y venderlo”, comenta.

Ante la desesperante situación que viven las familias que dependen de la pesca en la presa Abelardo L. Rodríguez, el representante de la cooperativa solicitó el apoyo de las autoridades.

“Estamos esperando respuesta de la Sagarhpa porque nos dijeron que nos iban a ayudar, en una semana más tengo que llamar”, añade.

Dentro de una semana, esperan una respuesta alentadora por parte del Gobierno del Estado para hacer un pequeño represo donde pudieran tener peces para criar y vender. Esperanzado en traer soluciones para los miembros de la cooperativa, Margarito afirma que continuará con las gestiones, ya que es el único conocimiento que tienen para sobrevivir.

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