VIDEO | Colosio: A 30 años de su muerte, aún no lo olvidan en su natal Magdalena

Habitantes de Magdalena tienen muy vivo el recuerdo de Luis Donaldo Colosio y aún los entristece la muerte del candidato a la Presidencia.

El gusto por la poesía y la música, su personalidad cálida y amistosa, su carácter franco y abierto, además de su imaginación para narrar historias de vaqueros, es como habitantes de Magdalena recuerdan a Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Mañana se cumplen 30 años de la muerte del candidato a la Presidencia, un hecho que sacudió al País, pero a pesar de ese tiempo los magdalenenses tienen muy vivo su recuerdo

Al descubrir la familia Rochín Durazo que Luis Donaldo Colosio Murrieta era un excelente orador, le permitió ser parte del equipo de locutores de la XEDJ Radio Clave, primero en la cobertura de turnos de sus compañeros y después con el programa “Un Vals y un Poema”.

SU PASO POR LA RADIO

Mario Rochín Durazo, hijo del propietario de la radio, recuerda que el magdalenense a su corta edad lograba mantener cautivo al público joven y adulto con las poesías y la música semiclásica que ponía en sus programas.

Con apenas 16 años fue capaz de hacer que gente adulta y sus compañeros de la preparatoria e incluso los hermanos más pequeños de éstos escucharan su programa en los cerca de dos años que estuvo al aire.

Su paso en la radio fue de mucha amistad, compañerismo le gustaba la poesía, la música, Luis Donaldo era un joven que le gustaban mucho las comunicaciones, entre otras cosas, el poder expresarse, comunicarse con la poesía, la música era aficionado a la música semi-clásica”, externó.

La atención que les ponía a las personas adultas a la hora de iniciar una conversación es lo que más recuerda, y eso era precisamente lo que hacía que ese público se interesara en él, pues era diferente al resto de los jóvenes de su edad.

“Era un joven igual que todos los demás pero tenía ciertos rasgos en su personalidad que eran interesantes, que nos llamaban la atención, lo comencé a conocer cuando leo algunas de las cartas que dirigía a su papá donde le decía: ‘Papá cómo anhelo regresar a México para regresarle un poco de lo mucho que me ha dado’”, indicó.

El 23 de marzo de 1994 al llegar a Ímuris para afinar los detalles de los viajes que harían a Hermosillo y Ciudad Obregón para acompañar a Luis Donaldo fue enterado de que había sido baleado y posteriormente de su muerte.

Fue terrible y a 30 años de distancia, México lo sigue recordando porque creo que se perdió una gran esperanza, Donaldo era un joven que amaba su País, que quería cosas mejor y quería hacer cambios.

“No le gustaba mucho algunas cosas que no me corresponde decir pero quería hacer cambios y no encajaba muy bien en el sistema de ese momento”, finalizó.

CONTABA CUENTOS DE VAQUEROS

El talento que tenía en la oratoria y su gusto por la escritura desde su adolescencia, llevaron a Luis Donaldo a contar un sinfín de cuentos de vaqueros a las amigas de su hermana Claudia cuando acudían a visitarla.

Czilena Demara García, quien desde niña es amiga de Claudia Colosio Murrieta, narró que tuvo la oportunidad de escuchar los cuentos de vaqueros que él mismo Luis Donaldo inventaba para entretenerlas.

Siempre fue muy bueno, Claudia es mi amiga, desde el kínder estuvimos juntas. Luis Donaldo jugaba con nosotras, nos contaba cuentos, nos contaba historias y sobre todo se reía de las travesuras que hacíamos, en general con Claudia y sus amiguitas siempre fue muy cariñoso, muy amable, con su pelo chino”, indicó.

Adalberto Demara Soto, padre de Czilena se lanzó como candidato a la presidencia de Magdalena y le pidió a Luis Donaldo, quien en esa época tenía 13 ó 14 años se convirtiera en su orador para abrir cada uno sus mítines, pero en una ocasión no pudo acudir porque don Luis Colosio no le dio permiso y se lo informó.

“Mi papá le dijo nunca desobedezcas a tus padres y nunca dejes que te envenenen el alma, pasa la vida y cuando Luis Donaldo fue candidato muchas veces repetía esa frase y hace unos años cuando Luis Donaldo hijo incursiona en la política también la dijo”, apuntó Czilena.

“TODAS LLORAMOS”

El 23 de marzo de 1994, Demara García se encontraba en la casa de una de sus amigas de nombre Yolanda, cuando les informaron desde Tijuana que Luis Donaldo Colosio Murrieta había sido asesinado.

“Todas pegamos el grito, saltamos a la televisión y lloramos sin saber nada, y ahí vemos imágenes que estaban pasando, recuerdo a Talina Fernández, entre todo el montón de gente que salía a decir cosas, decía aquí voy”, contó.

Mientras el grupo de mujeres lloraban desconsoladas, lo mismo ocurría en cada uno de los hogares de Magdalena pues consideraban que le habían arrebatado la vida a una ciudad entera, e incluso recuerda que esa primavera ni los pájaros cantaron.

La gente de Magdalena, todos comulgan con sus ideales, y seguimos buscando lo mismo, un México más justo y un mejor lugar para vivir”, subrayó.

LA NOTICIA DE MÁS IMPACTO

Para Maclovio Osorio González, el asesinato de Luis Donaldo Colosio se convirtió en la cobertura de mayor impacto que ha realizado a lo largo de su trayectoria periodista y con la que tuvo oportunidad de entrevistar a un sinfín de personalidades del Sur del País con las que logró obtener notas de ocho columnas en diarios nacionales.

Desde pequeño, el periodista tuvo contacto con la familia Colosio Murrieta porque su padre era minero y don Luis Colosio lo apoyaba para que realizara búsquedas de oro y otros minerales en Cananea.

El 23 de marzo de 1994 luego de que se anunciara la agresión armada contra Luis Donaldo, acudió a la plaza de Magdalena donde ya había gente reunida y ahí pudo captar en su lente la tristeza de los rostros de los habitantes.

Una vez que se anunció su muerte, las autoridades en el Municipio empezaron con los preparativos del funeral para llevar a cabo el sepelio, lo que lo llevó a montar guardia en el panteón donde descansan sus restos y los de su esposa Diana Laura Riojas de Colosio.

Como reportero y corresponsal tenía que estar en el panteón para no dejar pasar la noticia. Pude separar mi sentimiento por la adrenalina, porque si hay una noticia eso me gana, me adentro”, señaló.

Durante el funeral y los primeros años, relató que vio desfilar a muchas personalidades de la política en México.

“Ya le había comentado a mi ‘jefita’ que o lo enfermaban o se lo descabechaban porque se notaba la tensión, vino en diciembre (1993) cuando lo destaparon y una tropa de reporteros, camarógrafos, fotógrafos andaban aquí, pies hacían falta para recibir pisotones de la gente que andaba”, expresó.

Uno de los eventos que le quedó grabado el día del sepelio fue el discurso que dio Diana Laura Riojas ante miles de personas que se congregaron en las calles principales para despedirlo.

RONDALLA PARA LUIS DONALDO

Raúl Alfonso Millán Molina, era uno de los integrantes de la rondalla del Cobach de Magdalena que abría los mítines que hacía Luis Donaldo Colosio cuando era candidato a la diputación federal y no dudó en continuar ese apoyo durante su carrera política.

“Siendo un muchacho joven llega a Magdalena como candidato por el PRI a la diputación federal por distrito 1, llega Donaldo con la intención de ganar, cosa que después haría, convocó a los magdalenenses a integrar el comité de campaña y a mí me toca recibirlo en aquel momento”, comentó.

Como cualquier joven magdalenense quedó impactado de la humildad, la inteligencia y sobre todo el afecto que mostraba a las personas.

“Hicimos equipo, trabajamos con él y anduvimos en la campaña, a raíz de eso lo tuvimos en la campaña de diputado federal, después en la campaña a senador, como secretario de Estado y candidato a la Presidencia de México y ya sabemos todos lo que pasó después”, expresó.

ERA JOVIAL Y SENCILLO

Millán Molina dijo que Colosio era alguien jovial, sencillo e íntegro, y que sabía quién era cada persona que lo rodeaba, al recordar a cada uno por sus apodos.

La primera vez que lo vio lo asombró porque vestía como un sonorense nacido en Magdalena con un pantalón de mezclilla y una camisa vaquera a cuadros, sin faltar las botas.

Tenía la costumbre de acercarse, preguntar el nombre de las personas, quería saber quién eras, y las tomaba del brazo, las hacía sentir el afecto, la cercanía a la gente”, indicó.