"Aprendí a vivir y a controlar la epilepsia"

Vanessa Alejandra desde hace cuatro años empezó a convulsionar y al ser sometida a diferentes estudios, los especialistas le diagnosticaron epilepsia, enfermedad que no comprendió a su corta edad, sin embargo le arrebató parte de su infancia.

Los ataques epilépticos empezaron cuando tenía 10 años de edad y se le manifestaron de manera frecuente y con fuerza hasta los 12, y en los últimos 2 años el padecimiento ha sido más benévolo pues aprendió a controlar su mente para inhibirlos.

"Antes de darme un ataque, el cuerpo me avisa, se me empiezan a mover los ojos solos, muy rápido, como si se cerraran y abrieran, y desde ese momento pongo a mi mente a recordar cosas bonitas o trato de mantenerme hablando con alguien y se me va, no me da o si llega no es fuerte, no pierdo el conocimiento", externó.

Parte de la escuela primaria la cursó en el turno vespertino porque los ataques epilépticos de los 10 a los 12 años de edad se le manifestaron siempre en la mañana.

En secundaria, ella decidió estudiar en el turno matutino y se propuso controlar la epilepsia durante el tiempo que perdurara en la escuela, cumpliéndolo hasta hoy.

"Cuando terminé la primaria me aburrí de estar en la tarde y me propuse controlar los ataques para cambiarme a la mañana, mi plan me ha funcionado porque hasta ahorita no me ha dado ninguno mientras estoy en la escuela y sí he tenido en estos últimos dos años, pero todos han sido en la tarde o en la noche", puntualizó.

La adolescente vive su vida normal y realiza actividades como cualquier persona a su edad, dejando de lado el mal que le aqueja.

"Nunca me he lastimado durante un ataque porque siempre me han dado en casa, nunca fuera de ella y siempre está mi familia cerca", finalizó.