La Pirinola: historia del cerro emblemático que distingue a Nogales
El Cerro de La Pirinola, un lugar de recreo para los habitantes de la frontera, tiene su historia.

NOGALES, Sonora.- El emblemático Cerro de La Pirinola de Nogales es un icono natural en el que se desarrollan diferentes actividades por parte de la sociedad fronteriza, sin embargo, este punto tiene su historia.
Antes de la fundación del Municipio fronterizo fue utilizado como lugar de vigilancia por apaches, comentó el cronista municipal vitalicio, Julio César Sarmiento Esquinca.
De acuerdo con el historiador, diferentes fuentes étnicas afirman que el popular cerro fue utilizado durante la era prehispánica, como un importante punto de vigilancia por tribus de apaches que transitaban por la región.
Personas como Martín Ortega, representante étnico de la región, considera que el Cerro de La Pirinola pudo servir como vigía para los apaches, que tenían rutas bajando de Arizpe, Agua Prieta y Río Bambuto.
“Estas zonas eran rutas de tránsito que recorrían estas tribus para pasar al que ahora conocemos como el Estado de Arizona, sin embargo, en aquel entonces todos estos territorios pertenecían a las diferentes etnias de la región”, comentó.

El Cerro de la Pirinola, considerado uno de los patrimonios naturales más significativos para los nogalenses, encierra mucha historia y tradición, aunque apenas en este 2025 se convirtió formalmente en un territorio perteneciente al Municipio fronterizo.
Tras un pago de aproximadamente 37 millones de pesos al Instituto Nacional de Suelo Sustentable (Insus) en abril, 486 hectáreas de los terrenos en los que se encuentra el famoso cerro, pasaron a ser parte del patrimonio municipal.
INICIO DE EXPEDICIONES
De acuerdo con los relatos del historiador nogalense, las primeras expediciones al Cerro de La Pirinola se realizaron de manera organizada en los años setenta, cuando maestros de la Escuela Federal Número 1 llevaban a los estudiantes a dicho lugar.
Tenemos que recordar que entonces no se estaba desarrollando todavía Nogales, las colonias Villa Sonora y Nuevo Nogales se crearon hasta 1985, por lo cual, no existían caminos tratados hasta la Pirinola.
“Para llegar al cerro, las personas se adentraban al monte por donde se encuentra ahora la Capilla del Parque San Ramón, y tras cruzar las vías del tren, se continuaba por un sendero matarás, hasta llegar al cerro”, expresó.
Los registros municipales indican que ya en el nuevo milenio, con la construcción de colonias cercanas al cerro, muchas familias comenzaron a realizar excursiones a la Pirinola.
Estas acciones motivaron a los gobiernos municipales a comenzar con trámites para la obtención de los terrenos campestres ubicados en el sector conocido como “Centauro del Norte”, en la administración del entonces presidente municipal José Ángel Hernández Barajas.
Tras el abandono del proyecto por otras administraciones, recientemente se logró la compra de los terrenos. De acuerdo con el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), la Pirinola tiene un perímetro de 7 mil 361 metros.

ACTIVIDADES
Tras la obtención de los terrenos por parte del Municipio, se construyó un camino pavimentado que permite el fácil ingreso de vehículos hasta las faldas del emblemático cerro, lo que ha llevado a la sociedad fronteriza a realizar diferentes actividades en la zona.
Las principales son senderismo, ciclismo de montaña y actividades al aire libre para la familia, aunque también es un lugar al que asisten diferentes instituciones religiosas cristianas a realizar oraciones por las mañanas.

Una de las actividades no muy comunes, pero que sí se han practicado en el cerro es el recorrido de vehículos y motos todoterreno hasta diferentes puntos del cerro, el cual, según datos del IMIP, se encuentra a mil 600 metros del nivel del mar.
Cabe señalar que este año se colocaron las letras “La Pirinola” en las faldas del cerro y se adecuaron espacios para que los visitantes puedan preparar alimentos y disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece el lugar.
Aunque no se han dado a conocer nuevos proyectos en el lugar, se espera que en los próximos años se realicen nuevas inversiones de infraestructura en la zona, ya que además del cerro, en el lugar se encuentran formaciones naturales donde se retiene agua de lluvia, que motiva aún más a los caminantes.
El cerro de La Pirinola, que es ahora un símbolo de la identidad de los nogalenses y que en algún momento de la historia fue un punto estratégico para antiguos pueblos, hoy se transforma en un espacio de convivencia, recreación y conexión con la naturaleza.
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