Entre malabares protege como puede su piel del Sol

HERMOSILLO.- Con el termómetro que marca temperaturas superiores a los 45° en el verano y los fuertes rayos del Sol que golpean el pavimento, Efrén Reyes Flores trabaja a diario como malabarista en los cruceros de la ciudad.

Una llamativa pintura plateada le sirve como una pequeña capa de protección a piel, asegura, que a diario expone a los calientes rayos del Sol.

La pintura es muy llamativa, pero no siento tanto el calor, es normal como cuando te untas una crema, pero calor con el fuego y el sol, es más que suficiente”, platicó.

Desde temprano se instala en diversos cruceros como el de la calle Obregón y Pino Suárez o Progreso y Solidaridad, donde el cruce peatonal es su escenario y los segundos que dura el semáforo en rojo es su tiempo de presentación.

Hermosillo

Trabajo duro bajo el rayo del Sol

Además del calor ambiental le suma el calor de tres bastones que baña con combustible y prende fuego para realizar los malabares, pero para Efrén esta es su forma de ganarse la vida.

Mi familia vive en Puerto Peñasco, tengo 14 años haciendo malabares, conseguí otro trabajo, pero luego salí despedido en la pandemia y dije que podía hacer malabares. Ya me acostumbré de alguna manera y pues para sacar a la familia más que nada”, contó.

A pesar de las altas temperaturas, el Sol y el fuego, Efrén dice estar acostumbrado al calor y trata de proteger su piel y mantenerse hidratado para poder sobrellevar el día a día.

Aquí es rico el calor, a la pintura le echo un poco de aceite para bebé, colágeno y vitamina e, cuando llego a mi casa me unto crema. Me hidrato mucho, traigo un garrafón de cinco litros, y a veces hasta más”, comentó.

Desde temprano se coloca en los cruceros, pero dice que las horas de calor más fuertes son entre las 14:00 y 16:00 horas, pero ni el calor ni el tiempo lo detienen para siempre realizar su trabajo.

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