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El Imparcial / Hermosillo / Desarrollo automotriz

Requiere Hermosillo impulsores de innovación

Los sectores que las autoridades de Sonora fomentaron hace 30 años para acelerar el proceso de industrialización y crecimiento de Hermosillo, como el automotriz, siguen vigentes, pero ahora con un rol que aporta a la desaceleración de su economía.

De acuerdo con el estudio "Sí hay un futuro después de los autos", realizado por el Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Hermosillo hay fallas en la coordinación entre actores que contribuyen a generar el desarrollo económico.

Un equipo de investigadores del BID y de Harvard realizó un análisis intersectorial donde destacaron las capacidades, debilidades, fortalezas y oportunidades de la ciudad, herramientas que pusieron a disposición de las autoridades municipales.

Concluyeron que a la ciudad le hacen falta catalizadores de innovación. La capital de Sonora no ha sido capaz en los últimos 10 años de atraer nuevas empresas ni a individuos con los conocimientos necesarios para el proceso de creación.

Si bien hace tres décadas estas ramas de la producción local eran sofisticados, con el paso del tiempo se fueron haciendo más comunes en el mundo. Es decir, no se ha logrado atraer empresas que produzcan bienes de mayor valor agregado y creativo.

También se clasificaron tres insuficiencias que "frenan" a la ciudad: Alto costo y uso intensivo de electricidad, incertidumbre respecto a la disponibilidad de agua y una infraestructura logística con carencias.

Pero no son las únicas. A estas faltas se suman la ausencia de factores que permitan generar innovación, la dificultad de atraer personas de otras partes del mundo que generen conocimiento y una distorsión en los salarios relativos.

Los datos avalan que ha sido la manufactura la piedra angular del proceso de desarrollo de Hermosillo: En 2013 constituyó el 79% de todo lo que produjo el Municipio y el 65% del valor agregado en la ciudad.

Cuando en 1986 llegó la Planta Ford a la ciudad, apenas un 13% de países en el mundo tenían ventajas comparativas para exportar vehículos. Para 2010 esa ventaja la tenían un 50% de los países del orbe.

El análisis reporta que al volverse más comunes las operaciones manufactureras en un país, estas pierden complejidad y, por tanto, tienden a aportar menos al crecimiento de una región. Y esto ha pasado en Hermosillo, que se ha mantenido exportando los mismos productos.

Una de las hipótesis que defiende el equipo del BID-Harvard es que la falta de diversificación productiva de la capital de Sonora se explica por la ausencia de factores que permitan dinamizar la innovación.

Ejemplifican con los siguientes datos para comprender la afirmación: Entre 2003 y 2016 llegaron a Hermosillo 3 mil 200 millones de dólares, aproximadamente de Inversión Extranjera Directa (IED), pero el 91% de esa inversión la recibió una sola empresa: La Ford.

, dice la investigación,

.

Respecto a quienes migran hacia Hermosillo, en 2015 se estimó que unas 4 mil personas laboraban en la ciudad, un .6% del total de los empleados en los sectores productivos locales, por lo que se cree que este canal de transmisión de conocimientos es inexistente en la localidad.

Otro dato que confirma este hecho es que el 62% de los trabajadores que migran hacia la ciudad provienen del mismo Estado de Sonora, por lo que quizás no contribuyan a diseminar conocimiento que agregue complejidad a la economía.

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