Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Hermosillo / Día de Muertos

Fiel al recuerdo; visita hace 61 años la tumba de su padre

Durante 61 años los ojos de Jesús Lauro Sardín se han llenado de lágrimas al visitar a su padre en el Panteón Yáñez, quien falleció cuando él tenía solamente 10 años de edad.

El haber conocido a su padre esos años le valió para reconocerlo como un hombre fuerte y trabajador, pero también para amarlo como hasta ahora lo ha hecho.

Días antes del 2 de noviembre, Día de Muertos, don Jesús procura ir al panteón y limpiar la tumba, pintarla, desyerbar y pasar con el hombre que por 10 años fue su ejemplo a seguir.

"Mi papá falleció cuando yo tenía 10 años, estaba muy chico y mi mamá se quedó sola con ocho hijos; esa fue una carga muy pesada para ella pero supo sacarnos adelante y eso también se lo agradezco mucho", contó.

Después del fallecimiento de su padre, don Jesús tuvo que dejar la primaria para poder trabajar y apoyar a su mamá, pues las situación se volvió difícil.

"Mi mamá venía a visitar a mi papá hasta cuando ya no pudo, pero cuando lo hacía era una época donde sí había hambre, era muy difícil porque no teníamos dinero o a veces no alcanzaba, pero a pesar de eso jamás olvidamos a mi papá", manifestó.

A

Durante su época de juventud también se daba sus escapadas al panteón para que su papá no se sintiera solo y ahora, con más de 70 años de edad, las cosas cambiaron pues por iniciativa de uno de sus tres nietos ya no va solo al panteón.

Hace tres años Cesar Alejandro González Sardín va con su abuelo y le ayuda a limpiar la tumba, y esa algo que le nació de corazón, pues de ver a su abuelo lo que hacía con tanto cariño, lo contagió.

"Yo vengo porque me gusta ayudar a mi abuelo a limpiar la tumba; solamente conozco a mi bisabuelo en fotos y, aunque en persona no, pues lo quiero y me gusta que mi abuelo me cuente de él", comentó el joven de 14 años de edad.

Jesús Lauro Sardín dijo que estará visitando a su padre hasta que ya no pueda más, pues para él fue un ser único y pidió a su nieto, César, que cuando muera lo entierren con su papá.

Como don Jesús y César, cientos de personas se preparan para celebrar la vida eterna de sus difuntos el próximo 2 de noviembre, Día de Muertos.

En esta nota