Tatuajes, ¿rebeldía? o moda
Algunos son legendarios y otros simplemente dan pena. Pueden encontrarse a la vista o en zonas íntimas del cuerpo. A veces son grandes y de diferentes colores, o minimalistas y pequeños. Y aunque hoy día existe una amplia variedad de ellos, ahora todos los tatuajes tienen algo en común: Un significado para quien los porta.
“(Los tatuajes) son símbolos, son emblemas que tienen una representación sobre algo y las personas los usan como una muestra de libertad”, afirmó el sociólogo Jesús Ibarra Carmelo.
En el año 2012, del 10 a 16% de los jóvenes entre 12 y 18 años, y 3 a 8% de la población en general tenía un tatuaje, según una investigación publicada por la revista médica Scielo.
Se dice que la tendencia es aplicarlo cada vez a menor edad, y aunque en México únicamente el 8.3% de la población se ha hecho uno, 3 de cada 10 lo hicieron antes de los 18 años. Esto coincide con lo expuesto por Ibarra, quien asegura que ‘hablar del tatuaje es hablar de la juventud’.
A principios de los 90 tatuarse era un sinónimo de identidad y distinción para los indocumentados que vivían en Estados Unidos, y al darse una ola masiva de deportaciones esta forma de expresión llegó a México con fuerza.
Fue así como una generación “rebelde” adoptó lo que después se convertiría en una cultura y en la última década, en “una moda”, aunque en ese entonces solía asociarse a pandillerismo.
“Los tatuajes históricamente se han hecho para mostrar una pertenencia a algo, inscribirse o afiliarse a una cultura o agrupación, no en términos de protestar, no necesariamente así, pero a veces puede que sí sea a manera de rebeldía”, expuso el especialista.
El tatuaje ya no es exclusivo
Elvia Dórame Tapia, sicóloga del Centro de Enlace Familiar, explicó que si bien, tatuarse es parte de una búsqueda de identidad, también es una práctica que ya no pertenece a un grupo selecto.
“(Tatuarse) dejó de ser exclusivo para los centros penitenciarios, antes estaba la creencia por parte de nuestra sociedad que solamente la gente que estaba presa se tatuaba, pero hoy día vemos que en todas la ciudades hay partes donde puede ir uno, incluso las señoras”, expresó.
En la medida en la que las técnicas de aplicación y remoción se perfeccionan, explicó Dórame, se incrementan también los interesados en someterse a procedimientos estéticos como delineado de ojos y ceja.
El tatuaje dejó de ser un tema tabú en el momento en que se volvió parte de la estética, apuntó, y ello se ve reflejado en la demanda.
La piel es como un lienzo
José Luis Díaz es un artista gráfico y plástico que se dedica desde hace cuatro años a tatuar, en un negocio ubicado en el Centro de Hermosillo.
Para él la piel es como un lienzo en el que puede plasmar diseños que surgieron de su creatividad o la de sus clientes y que además involucra toda clase de sentimientos, anhelos o recuerdos.
“Una vez llegó un señor que tenía tatuado una cruz en la espalda, entonces me dijo que lo quería rellenar y darle forma; (en ese momento) yo estaba pintando un cuadro con demonios saliendo de debajo de una neblina y cuando lo vio, dijo: Yo quiero que me tatúes eso”, comentó.
A pesar de que tatuarse es bastante costoso por los materiales, estándares de calidad y diseño, José Luis asegura que la demanda va en aumento e incluso hay quienes lo visitan de diferentes partes del Estado como Guaymas, San Carlos, Cananea y Ciudad Obregón.
El joven tatuador reconoció que aunque en los últimos años se han hecho varias regulaciones sanitarias, sigue habiendo lugares donde esta práctica se lleva a cabo de manera clandestina y ello puede poner en riesgo la salud.
Moda, ocio o rebeldía, el motivo “es lo de menos”, lo que importa es hacerlo con responsabilidad y sin riesgos.
Es más costoso si me lo quito
A muchos les da pena andar por la calle con una “mancha” en el brazo, la pierna u otra parte del cuerpo, por un grabado que no se logró seguro hecho por un inexperto. Éste es uno de los motivos frecuentes por los que alguien busca opciones de remoción.
La dermatóloga Rosa María Zazueta López explicó que son diferentes técnicas las utilizadas para retirarlo, la más empleada en la actualidad en Sonora es el láser, por ser la opción menos agresiva.
“Lo primero que empezaron a hacer es quitarlo con cirugía. Decían ‘corto ese pedazo y muevo la piel para cerrar’”, explicó, quedando una cicatriz evidente y poco estética.
El láser en cambio, tras una serie de sesiones promete eliminar los pigmentos y dejar la piel lo más cercano a lo natural, siempre y cuando haya sido hecho de buena calidad.
El precio, lo tardado y doloroso que puede llegar a ser sentir esas pequeñas agujas que te atraviesan todas las veces necesarias hasta que el diseño desaparezca, son de los factores desmotivantes, confesó Zazueta.
De entre las anécdotas, platicó que le ha tocado atender a jóvenes que fueron llevados por sus propios padres, quienes al percatarse de lo que sus hijos habían hecho se avergonzaron y los obligaron a quitarlos.
Otra de las razones por las que una persona busca eliminarlo es por el ámbito laboral.
¿Discriminación?
La sicóloga del Centro de Enlace Familiar explicó que la razón por la que algunas empresas prefieren a no tatuados, es únicamente por el perfil del servicio o producto que se ofrece y el tipo de cliente al que desean llegar.
Elvia Dórame puso como ejemplo el Centro para el que labora, pues de preferencia se contrata a especialistas que no influyan en la conducta futura de los pacientes.
“Si en este Centro nos llega un sicólogo a solicitar trabajo y está tatuado o perforado, no lo vamos a exponer a trabajar con niños porque no tienen su personalidad formada, ellos pueden admirar eso y tomar decisiones que en momento dado no sean las más maduras”, apuntó.
Sin embargo hay quienes muestran rechazo basado en juicios personales, por lo que la ley federal para prevenir y eliminar la discriminación, publicada en el Diario Oficial de la Federación en junio de 2003, busca proteger a las personas con este tipo de marcas o perforaciones.
En una encuesta realizada en el 2013 por la bolsa de trabajo OCC Mundial, a 2 mil 500 mexicanos, el 70% señaló que tener un tatuaje le generó discriminación en el ámbito laboral.
Para el 31% de los entrevistados los tatuajes podrían ser la causa de reducción de oportunidades para conseguir empleo y un mismo porcentaje afirmó que son factores que limitan el crecimiento en una organización, en tanto que 18% piensa que generan segregación.
Son parte de su personalidad…
Verónica Ocampo Murrieta tiene grabado un atrapasueños en la pierna, un par de pececitos que figuran el signo de Piscis detrás de la oreja y un tercero en la muñeca izquierda que describió como “personal”, los cuales le han pedido que no muestre en el trabajo.
“Sí me han discriminado, bueno, no es tanto discriminación pero es más bien por imagen, hay empresas que cuidan mucho ese aspecto y sí me han contratado ‘pero que no se te vea’, ‘que no se te note’, ‘tápatelo con el cabello’, ‘ponte una cintita”, manifestó la joven de 25 años y estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.
Gusto personal…
Con esto coincidió el profesor Luis Cancino, de 39 años de edad, quien buscaba tatuarse algún elemento con significado y lo encontró hace apenas dos años.
“Me lo hice porque desde hace tiempo quería tener (uno), no era una razón específica de pertenecer a algún lado o ser aceptado por alguien, simplemente era algo que yo quería tener y por lo mismo fue que pasé tanto tiempo en hacérmelo, quería algo que representara un poco lo que yo soy”, expresó el maestro de Inglés de la Universidad de Sonora.
Mito: Se puede donar sangre
La Cruz Roja recomienda esperar doce meses desde la fecha del tatuaje para descartar toda posibilidad de haber contraído hepatitis. Es decir, el tener un tatuaje no es un impedimento para donar sangre.
Ojo, para prevenir infecciones
El lugar donde se tatúa debe de estar limpio.
El material debe estar esterilizado.
Agujas nuevas.
Se utiliza jabón antiséptico.
Consultar con el médico en caso de afección coronaria, alergias, diabetes, enfermedades cutáneas, una dolencia que afecte tu sistema inmune, infecciones o embarazo.
Es conveniente no realizarlo si tienes tendencia a formar queloides, un crecimiento excesivo de tejido cicatrizal en el área de la herida.
Después de realizarlo:
No meterse a albercas.
No ir a la playa.
Cuidarlo del polvo, y Sol
Evitar la sudoración.
Precio del tatuaje:
Varía de acuerdo con el grado de dificultad.
$300 pesos: Pequeño, diseño sencillo y a una sola tinta.
Precio de remoción: Varía de acuerdo con el grado de dificultad.
De $500 a $800 pesos cada sesión, se requieren entre 10 y 12.
Riesgos
Las señales de infección incluyen enrojecimiento o sensibilidad excesivos alrededor del tatuaje, sangrado prolongado, pus, o cambios en el color de la piel alrededor del tatuaje.
Si no vas a un estudio para tatuajes o si el estudio para tatuajes no toma precauciones como utilizar equipo esterilizado, o si comparte la tinta entre clientes, estás en riesgo de contraer infecciones virales, como hepatitis, infecciones cutáneas bacterianas o dermatitis (irritación severa de la piel).
Como para hacer tatuajes debes colocarte inyecciones debajo de la piel, puedes contraer virus como el VIH, y la hepatitis B y C si no se toman las precauciones adecuadas.
Y un riesgo adicional tiene que ver con el deseo de terminar con el tatuaje y querer removerlo. En la actualidad, se pueden eliminar por medio de un procedimiento médico con láser. Algunos talleres para tatuajes también ofrecen eliminar tatuajes, pero es mejor asegurarte de que la persona que lo quite sea un médico.
Nunca se puede garantizar la eliminación completa del tatuaje.
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