Día de muertos
La fiesta de difuntos es una celebración de tiempo de la cosecha. Tiene lugar cuando ya terminó el ciclo agrícola...

Mañana domingo 2 de noviembre la iglesia celebra la festividad de los Santos Difuntos. La conmemoración tiene una historia antigua: Desde fines del primer milenio de nuestra era, en varios lugares de Europa se comenzó a destinar un día para rezar y recordar a los fieles ya fallecidos, para que pudieran acceder plenamente a la visión de Dios. Con sus preces ayudaban a esas almas cercanas dejar de vagar por sus tierras y comarcas; así conseguían un doble propósito, apoyar a los finados para alcanzar la Gloria, y evitar encuentros tenebrosos con fantasmas o espectros vagabundos.
La fiesta de difuntos es una celebración de tiempo de la cosecha. Tiene lugar cuando ya terminó el ciclo agrícola, lo que permite a las comunidades campesinas saber cuánto pueden gastar en recordar a sus antepasados y agradecerlas la vida que les heredaron.
La fiesta incluye dos rituales complementarios: El primero es acudir a los cementerios para limpiar y arreglar las tumbas de los muertitos, poner flores y adornos, y compartir algún alimento al término de la limpieza. En los hogares se montan los altares de muertos, por lo general una mesa adornada con papel picado, en la que se colocan fotos de los difuntos, flores de cempasúchil y platillos que disfrutaban cuando vivían: Tamales y mazorcas, pan de muerto, algunos dulces como los “cubiertos” y acitrones, también suelen colocar semillas de cacao y chocolates. No puede faltar alguna botella de mezcal o aguardiente que alegraba la vida de aquellos difuntos.
Se trata de frutos del campo y de las milpas, y es un recuerdo agradecido de aquellos que desbrozaron los terrenos, limpiaron y quitaron piedra y guardaron semillas y las mejoraron por generaciones. A ellos se les debe el prodigio del maíz, los frijoles y calabazas: Por su trabajo ancestral las aldeas y villas tienen sustento y agasajo, restauran fuerzas y encuentran placer en sus mesas. Compartir con los antepasados ya fallecidos es memorial y es agradecimiento. Para ellos se guisa y cocina, se adorna el altar y se les espera para celebrar su recuerdo, el legado agrícola y gastronómico que les obsequiaron.
En algunos poblados de la huasteca se acostumbra colocar luminarias o veladoras en el sendero hacia la casa familiar, para permitir a los difuntos encontrar su camino hacia su hogar ancestral y el banquete que les prepararon. A la mañana siguiente constatan que recibieron los difuntos disfrutaron las viandas que les prepararon porque ya no tienen aroma, se lo llevaron los visitantes, señal de que saborearon los manjares convidados.
Estas celebraciones coinciden con el Halloween, una antigua celebración celta del Norte de Europa, en la cual también se recuerda a los difuntos, aunque con algo de temor: Se dice que la costumbre de pintarse y usar ropas ajadas y estrafalarias derivó de la necesidad de los vivos de aparecer como sombras o espectros frente a los fantasmas y aparecidos que deambulaban esa noche por los bosques y las aldeas, porque, decían, los visitantes tienen envidia de los vivos, y les podrían hacer alguna trastada.
Acostumbraban salir en grupos al monte y encender hogueras, bebían, cantaban y celebraban toda la noche, ataviados como cadáveres para no ofender a los muertos, sombras y bultos que merodean por la espesura.
Cuando el Halloween llegó a los Estados Unidos, era una fiesta de las comunidades y barrios con raíces celtas, pero muy pronto el capital y el comercio la transformaron en una ocasión y un pretexto para vender golosinas de dudosa calidad, para estimular con ese pretexto el comercio y el mercado, con lo cual desvirtuaron la solemnidad: Ahora es una ocasión para salir a pedir dulces y golosinas, portar disfraces grotescos y hartarse de caramelos empalagosos. Y los mercachifles quieren que adoptemos esa conmemoración, una apología del comercio que trata a los niños como basureros desechables. Prefiero unos sanos tamales, un pan de muerto, un chocolate caliente en agua, o un buen champurrado...
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Grupo Healy © Copyright Impresora y Editorial S.A. de C.V. Todos los derechos reservados