Regresión y confianza
Morena, aquel partido que postulaba “no robar, no traicionar y no mentir”, fracasó en honrar sus tres promesas fundacionales.
CASCABEL
En su ensayo “Sobre la violencia” Hannah Arendt postulaba que “sólo se puede confiar en las palabras si uno está seguro de que su función es revelar y no ocultar”. Es pertinente evaluar lo que estamos observando en México bajo un marco de análisis fincado en algunas de las obras de Arendt que parte de una definición de acción política que trasciende la búsqueda del poder, para centrarla la posibilidad de construir un espacio común. Bajo su marco conceptual el totalitarismo se da cuando desde el poder se busca controlar todos los aspectos de la vida política y social, eliminado controles democráticos, separación de poderes, pluralidad y libertades.
De acuerdo a los indicadores de confianza que desde 2001 publica el Inegi encontramos que la confianza del consumidor se caracteriza por un pesimismo al ubicarse este índice a julio de 2025 en 45.8 sobre una base de 100. Un deterioro de 3.1 puntos de octubre de 2024 a la fecha durante la gestión de Sheinbaum. La confianza empresarial también se ubica en territorio pesimista, debajo de 50, ubicándose en 49 a julio de 2025, una disminución de 2.9 en 10 meses. Las palabras optimistas desde el púlpito palaciego no corresponden al sentir de consumidores y empresarios, el discurso panglosiano de Sheinbaum, convertida en porrista de sus imaginarios logros, conlleva riesgos. Sostengo que es importante reconocer la realidad en aras de enfrentar los retos internos y externos, evitando caer en un pesimismo que conduzca a resignación de los diferentes actores. La negación de la realidad para asumir como cierta la narrativa de “vamos bien” impide cambiar aquello que no funciona, “¿por qué hacerlo si todo está de maravilla?”.
Habiendo dilapidado el bono democrático de 2018 Sheinbaum busca imponer un régimen similar al de aquel México bajo un partido hegemónico. Dejando relegado, muy atrás, la búsqueda del bien común o bienestar, su objetivo a juzgar por los hechos es llenar las alforjas de los elegidos, esos personajes que han forjado o acrecentado pornográficas fortunas traicionando su juramento público al expoliar arcas públicas. En los hechos su comportamiento es similar al de aquellos partidos políticos que desplazaron del poder, incorporando a un gran número de impresentables cuadros del ayer que bajo otras siglas partidistas traicionaron la confianza depositada en ellos.
Morena, aquel partido que postulaba “no robar, no traicionar y no mentir” fracasó en honrar sus tres promesas fundacionales. La promesa de “primero los pobres” que declaran como cumplida, no obstante su evolución positiva, en base al incremento en salarios que pagan los patrones, al aplicar un riguroso análisis queda corta al haberse incrementado las carencias de la población, sobre todo en salud. Para el decil más bajo de la población no obstante el incremento en percepciones, sigue la pobreza laboral al no cubrir la canasta básica alimentaria. La informalidad laboral alcanza 54.8% sin que existan políticas públicas para disminuirla dado que desde el poder la perciben como una válvula de escape y una clientela electoral cautiva.
Desde el poder al enfrentar ante su propia hoguera de las vanidades, se ha optado por la violencia al negar la acción política de quienes señalan lo evidente. La humildad no se les da, sobre todo aquella que implica reconocer sus propios errores. La evasiva al preguntar sobre una imaginaria ausencia de señalamientos a personajes que gobernaron hace lustros exhibe su talante autoritario al negarse a responsabilizarse de sus actos. A la negación habría que agregar censura como recurso para tapar el sol con un dedo. Exhiben ausencia de temple y una predisposición a emular a la reina de corazones de Lewis Caroll.
Dentro de dos semanas inicia el periodo ordinario de sesiones del Congreso donde conoceremos no sólo el paquete financiero para 2026, también conoceremos la agenda legislativa para el periodo ordinario. Conoceremos si el gasto público, sustentado por un desbocado endeudamiento, se proyecta orientado a legitimas funciones de Gobierno o se busca continuar en la marcha de la locura de apuntalar proyectos capricho, conservar clientelas políticas, ampliar la participación de las fuerzas armadas en el banquete presupuestal, continuar castigando a estados y municipios, etc. Soñando con una agenda legislativa que no busque ampliar como hasta hoy la “presidencia imperial” y una tendencia regresiva en materia de federalismo, democracia y pluralismo
En la narrativa de lo que promete ser una regresiva reforma electoral Sheinbaum todo indica se ha decantado por la imposición totalitaria ajena a los mecanismos democráticos de gobernanza desde el poder para emprender el camino de la violencia. Poder como capacidad de persuasión y acción conjunta contrastada con violencia, definida como la imposición de la voluntad de uno sobre otros así como la negación de la acción política.
No debemos de perder fe y optimismo sobre el devenir, es importante fomentar el pensamiento crítico fundamentado estudio, análisis y debate. A la vez que es importante participar en la vida pública, tener la capacidad de discernir, formar juicios propios así como actuar con tolerancia y generosidad con aquellos que no coincidimos.
En las próximas semanas me ausentaré de este espacio en la búsqueda de lograr emular a Filípides. A mi estimado lector, y único, le agradezco que lea mi análisis y reflexiones.
Óscar F. Serrato Félix es padre de tres, ciudadano, empresario, analista y optimista.
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