¡Andy!

PROS Y CONTRAS

La semana pasada en este misma colaboración les decía que la elección al Poder Judicial podía verse en cierto modo como Morena combatiendo contra Morena.

Y sí, a casi una semana de las votaciones, al menos a mi como observador y narrador de lo que sucedió el 1 de junio, me queda claro que eso sucedió.

Al interior del partido hegemónico conviven una serie de formas de pensamiento, incluso de ideologías, de formas de vida y de maneras de ejercer la política, que es imposible que no se enfrenten.

Así lo vimos cuando las estructuras locales y nacionales se activaron para lograr la mejor votación posible en un proceso perfectamente legal, pero con muy poca representatividad, dado el porcentaje de participación, que apenas rodea el 13% a nivel nacional.

En Sonora, la participación fue de 9.7% según el INE y de 9.4% según el Instituto Estatal Electoral.

De más de 2 millones 300 mil personas en posibilidades de votar, salieron a las urnas alrededor de 225 mil.

No voy a repetir aquí historias que no están comprobadas y que han sido suficientemente contadas en redes sociales.

Pero hay elementos de sobra para saber que los grupos de poder al interior del partido oficial impulsaron con todo las candidaturas de su preferencia y en no pocas veces terminaron cruzándose e incluso enfrentándose.

Al final estamos ante un hecho consumado, pronto veremos el inicio de una nueva etapa en la historia del Poder Judicial de la Federación.

Acudiremos también al reinicio de una forma de gobernar y de hacer política que pensábamos enterrada y olvidadas en México.

Porque aunque un amplio porcentaje de la población no sea ni de izquierda ni milite o simpatice con el partido en el Gobierno, lo cierto es que la oposición no logra representar a esa masa.

En fin, que otra lectura que me parece inevitable, es lo que pudiera anticiparse en los procesos electorales venideros, si las fuerzas internas del oficialismo no logran la unidad y cada quien decide impulsar intereses sectarios.

Los partidos aliados, concretamente el PT y el PVEM ya han enviado más de una señal de que venderán aún más caro su amor en el mediano plazo.

En Sonora serán relevantes los nombres de Sergio Gutiérrez Luna y de Ramón Flores.

Uno porque ya instaló piezas clave en el Poder Judicial local, además de sus intereses políticos-familiares-electorales que pronto se expresarán.

Y el segundo por su posición como dirigente del Partido del Trabajo, desde donde seguro presionará para extender la parcela de poder que la 4T le ha concesionado.

Desde luego que hay muchos más nombres de mujeres y hombres en el tablero, que se irán reagrupando rumbo a las elecciones del 2027.

Faltan los alcaldes con influencia partidaria como Javier Lamarque, los senadores Lorenia Valles y Heriberto Grijalva y un largo etcétera.

Claro, la figura principal en el plano local es la del gobernador Alfonso Durazo, alrededor de la cual se agruparán la mayoría de los perfiles, al ser el jefe político en la entidad.

…A MÍ ME PARECE que Andrés Manuel López Beltrán no tiene ni se cerca la trayectoria y mucho menos los merecimientos suficientes para erigirse como depositario del legado de su papá.

No tiene carrera en Morena, ni en el servicio público, ni en la lucha opositora, ni de enfrentamientos con el poder.

No tiene nada, como para ahora decir que no le gusta que le digan Andy porque es como desconocer el legado de su padre, el ex presidente López Obrador.

El intento de lavarle la imagen tras las derrotas electorales de Durango y Veracruz, que se le atribuyen justamente a “Andy”, ha resultado un rotundo fracaso.

Porque al final de eso se trató cuando lo sacaron en el famoso podcast llamado “La Moreniza”, pero él solito se dio el balazo en el pie.

Las dos damas que lo acompañaron en ese programa hicieron el más decoroso de sus esfuerzos.

Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, junto con la dama que les acompañaba, hicieron lo mejor que pudieron por resaltar la figura de ‘Andy’…pero ‘Andy’ no se ayudó.