Implicaciones de la PTU
Mejora el ingreso familiar, motiva a los trabajadores y mejora la productividad.

Recientemente se informó del reparto de utilidades de parte de Grupo México a los trabajadores de la mina Buenavista del Cobre de Cananea, uno de los yacimientos de cobre más grandes del mundo.
Casi dos mil millones de pesos fueron distribuidos entre alrededor de 2,200 trabajadores, promediando cerca de medio millón para cada uno.
Esto permite una rápida lectura para entender el fuerte impacto que esto significa para la economía de esa región de Sonora y en el Estado entero, no se diga de la estabilidad laboral.
La PTU (Participación de los Trabajadores en las Utilidades) es una forma de reconocer que el trabajo es esencial en el éxito económico de la empresa, es un acto de justicia definitivamente.
Mejora el ingreso familiar, motiva a los trabajadores y mejora la productividad.
En las localidades distribuye la riqueza, reduce las desigualdades y sobre todo genera una estabilidad social, condición esencial para que las regiones puedan explotar su potencial.
Sin embargo, hay otras condiciones, que ya no dependen ni de la empresa ni de sus trabajadores, que resultan igualmente importantes para que ese círculo virtuoso que le describo líneas arriba se siga dando.
Me refiero a la compleja regulación a la que la minería está sujeta, más por asuntos ideológicos que por un interés legítimo de proteger a la población o a las regiones donde se desarrolla esta actividad.
Una regulación clara y eficiente reduce la incertidumbre para los inversionistas, permite el crecimiento de las operaciones y el desarrollo de nuevos proyectos.
El exceso de burocracia en la tramitación de permisos y licencias frena el avance de los proyectos, desincentiva las inversiones.
El País pierde competitividad frente a regiones del mundo con marcos regulatorios más ágiles.
Ese es un lujo que no nos podemos dar en el actual entorno económico mundial.
Una buena regulación no es la más densa ni la que hace más lentos los trámites, sino la que equiLa el desarrollo minero con la protección del medio ambiente, los derechos laborales y el respeto a las comunidades.
A la vez promueve el desarrollo de las industrias.
Está comprobado que cuando la ideología política define la regulación de una actividad tan relevante como la minería, no resuelve ni mejora las cosas pero sí genera presiones negativas que afectan la productividad.
Y eso al final repercutirá en el bolsillo de miles de familias, con las consecuencias que usted ya se podrá imaginar.
Si tenemos años escuchando a los políticos hablando de acabar con la pobreza, es un contrasentido que esos mismos impulsen políticas que la podrían incrementar.
La minería bien regulada, transparente y sostenible, genera más empleos, construye más y mejor infraestructura e impulsa el desarrollo regional, especialmente en zonas con pocas alternativas económicas, en Sonora tenemos varios ejemplos.
Un buen marco regulatorio que permite un desarrollo sostenible, junto a relaciones laborales sanas es sobre lo que la actividad minera debe caminar.
TANTITO NOMÁS
Basta un poco de sentido común (muy poquito de hecho) y algo de cabeza fría para saber que algo está muy mal para que el Gobierno de Estados Unidos le cancele la visa a la gobernadora de un Estado de la frontera Norte de México, Marina del Pilar Ávila.
¿Asunto administrativo? Decir eso es un atentado contra el sentido común y contra la inteligencia de al menos una parte de los habitantes de Baja California.
Es Tijuana la frontera más dinámica del mundo, ningún otro cruce fronterizo en el mundo registra la cantidad de movimientos, cruce de personas y mercancías que ahí se documentan a diario.
Esa entidad tiene una relevancia política y económica importante en la región Sur de Estados Unidos.
Retirarle la visa a la mandataria y a su esposo, Carlos Torres es señal de que algo grave sucede.
Y aunque eso no los hace culpables de algo, sí los involucra en ese algo.
Después hablamos de la necesidad que tiene Morena de una purga, le urge justo ahora que está en el poder y pinta para quedarse ahí buen rato…al menos esa es la intención.