Dos monólogos
El presunto debate entre el ex presidente Ernesto Zedillo y la presidenta Sheinbaum simplemente no existe.

El presunto debate entre el ex presidente Ernesto Zedillo y la presidenta Sheinbaum simplemente no existe.
Son más bien dos monólogos intercalados en un mismo escenario en donde por turnos uno y otro va subiéndose a la tarima y toma el micrófono.
Pero no hablan de lo mismo. La primera piedra la tiró Zedillo, que mediante un artículo publicado en la revista Letras Libres, propiedad del escritor e historiador Enrique Krauze, simplemente reafirma lo que había dicho meses antes.
Critica la reforma al Poder Judicial y señala que en México ha muerto la democracia, que era joven aún y nos encaminamos hacia un estado autoritario.
En resumidas cuentas eso dijo, aunque con muchísimos más argumentos de los que puedan caber en esta colaboración.
Por su parte, la doctora Presidenta, visiblemente contrariada por las afirmaciones de quien gobernó el País de 1994 a 2000, es decir hace 25 años, decide responderle cuestionando el programa de rescate bancario conocido como Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) concebido para salvar el sistema financiero mexicano que en ese momento enfrentaba una de las más severas crisis de que se tengan memoria.
Pensado, según sus defensores, para salvar los ahorros de millones de personas, dado que los bancos no estarían en capacidad de garantizarles a los cuentahabientes que su dinero estaría disponible cuando ellos lo solicitaran. Eso era cierto.
Pensado para salvar a los ricos abusivos de este País, decían sus opositores, que al amparo de la muy laxa regulación de esos tiempos pudieron obtener multimillonarios créditos que después no pagaron y la deuda de unos cuantos la hemos tenidos que pagar todos. Eso también era cierto.
Anuncia Sheinbaum que estaría dando información sobre el Fobaproa en sus conferencias matutinas. Así lo ha estado haciendo.
Zedillo no ha dejado de responder defendiendo la decisión que en su momento tomó siendo Presidente y reclamándole a la doctora que así como se auditó ese mecanismo, se auditen obras como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el costo de cancelar el aeropuerto de Texcoco y de una vez que nos digan cuánto nos cuestan los beneficios que aún se le otorgan al ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y entre los agregados aparece un candidato a ministro hijo de un militar (ya fallecido) acusado de tener nexos con narcotraficantes y asegura que la esposa de Zedillo es “narcotraficanta”, mostrando unos audios que tenían décadas guardados y que según dijo formaban parte de las pruebas que su papá guardaba en contra del entonces Presidente.
Se monta el candidato a ministro en el tema o lo usan para debilitar la narrativa del ex Presidente, aunque éste no parece amilanarse y ya van tres cartas que le manda a la Presidenta.
ENTRETENIDOS NOS TIENEN.
Lo que no sé es a dónde vamos a llegar con ese intercambio epistolar y de ataques en redes entre uno y otro vía los terceros que alegremente se prestan para tal cosa.
Si hay algo por lo que se pueda procesar al Presidente y a su señora esposa, no tendrían que esperarse a que el hombre abriera la boca para criticar la elección judicial. Si había elementos debía procederse y ya.
Zedillo por su parte reclama y critica un tema muy preciso, sobre lo cual no hay una respuesta concreta.
Porque los ataques al Fobaproa y a su esposa no responden a lo que Zedillo dice.
Si tienen fundamentos, pues que se proceda y ya. Pero a lo que él ha señalado no hay respuesta.
Cada quien toma lo que le acomoda, estamos ante uno de los momentos más viscerales del debate de un asunto de interés público.
No importa la razón ni el argumento. La lucha es encarnizada por hacer prevalecer la boñiga del contrario sobre la propia.
Es uno de los debates públicos más empobrecedores de los que tenga yo memoria.
En fin.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí