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Cerro de la campana

Apagones provocan alerta sobre necesidad de mejorar infraestructura eléctrica para asegurar servicio constante y atender demandas productivas.

La cadena de apagones que afectaron a 16 entidades encendió la alerta de la necesidad de mejorar la infraestructura eléctrica del País para asegurar para un lado un servicio constante para la población aun con olas de calor y por otro atender la demanda de los sectores productivos.

Tras la declaratoria de que el Sistema Eléctrico Nacional entró en estado operativo de emergencia la tarde del lunes, que duró menos de una hora, y que significó dejar a oscuras a áreas de la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo, entre muchas más, provocó una reunión ayer entre el presidente AMLO y el director de CFE, Manuel Bartlett Díaz.

Al finalizar la mañanera, Bartlett llegó a Palacio Nacional para “ponerse de acuerdo” y evitar más apagones, que incrementaron la preocupación sobre la capacidad de la red eléctrica y, sobre todo, cuestionamientos sobre las fallas en el servicio, las pérdidas de la empresa y la política energética.

La declaratoria de emergencia del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) fue por una alta demanda de energía eléctrica y duró menos de una hora y después pasó al Estado Operativo Normal.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, los apagones fueron “algo excepcional”, que no se esperaba y dijo que, aunque se presenten altas temperaturas, la generación de electricidad no se verá comprometida y prometió que no habrá apagones.

Esta promesa será recordada por los sonorenses que en los veranos de años anteriores han sufrido apagones y las fallas “intermitentes”, pero constantes del suministro, como sucedió en 2023, y ésa es la preocupación de la gente, como lo señala Ignacio Peinado Luna, representante de la Unión de Usuarios.

Por cierto, en lo nacional, el empresariado ha expresado la necesidad de invertir en infraestructura eléctrica, recurso esencial para las empresas y el crecimiento del País, como es el agua, sobre todo cuando se busca aprovechar el “nearshoring”.

En lo local, los presidentes de la Coparmex Sonora Norte, Gilberto Robles, y de la Industria Manufacturera de Exportación (Index) Sonora, Jesús Gámez, Ila- man a revisar lo sucedido con los “apagones” para evitar fallas durante el verano porque tendría afectaciones importantes para el sector.

Hoy se cumplen 24 días de huelga en la Universidad de Sonora y la situación parece peor que al inicio en el que no se ve ni diálogo ni margen de negociación entre las partes.

El Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Unison (Steus) rechazó ayer el último ofrecimiento de las autoridades universitarias, por lo que las banderas rojinegras se mantienen.

Lo que dijo Leonardo García, integrante del Steus es que los aumentos salariales superiores el 6.5% para los trabajadores, 2% en prestaciones y 5% adicional para prestaciones diversas no son suficientes y que eso es lo que piensan la mayoría de los sindicalizados.

Así que en el Steus esperan que haya una nueva propuesta con mejores números, pero la rectora de la Unison,

Rita Plancarte Martínez, ya les indicó que es difícil porque financieramente no están en condiciones de cumplir completamente sus demandas.

Los vientos de cambio que se presumían para la Universidad de Sonora no han llegado y la Casa de Estudios más grande de Sonora sigue sumida en los mismos conflictos internos y no se ve por ningún lado la atención a este problema tan grave que tiene sin estudios y en la incertidumbre a más de 40 mil universitarios.

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