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Lamentablemente

Tenemos un problema como sociedad y a mi parecer es grave.

Tenemos un problema como sociedad y a mi parecer es grave.

Estamos demostrando una profunda y peligrosa indiferencia para involucrarnos en los asuntos de interés público, lo que deja a nuestros gobernantes en absoluta libertad para emprender cualquier acción o política pública sin necesidad de ofrecer explicaciones y peor aún, sin comprometer resultados ni en el corto, mediano o largo plazo.

Se acaban de aprobar reformas a la Ley de Amparo y a la de pensiones y son reducidos sectores de la sociedad mexicana los que han reaccionado.

Los partidos de oposición no atinan aún a motivar a los ciudadanos indiferentes para que al menos se enteren de los asuntos públicos.

El descrédito de la clase política en general es brutal y ningún partido de salva.

Eso es suficiente para mantener a la gente en su silla, para que no se levante por nada ni por nadie y otro ejemplo que acá en Sonora podríamos dar es la renuncia masiva de ciudadanos que habían sido insaculados para fungir como funcionarios de casilla en las elecciones que ya tenemos encima.

Simplemente a muchos no les interesa, a otros quizá les da miedo e incluso habría que revisar si los hechos de inseguridad en ciertas zonas del Estado influyen en esas renuncias.

Ya se lo he comentado en entregas anteriores, Sonora tiene un nada honroso lugar nacional por la baja participación electoral, lo cual en principio provoca que sean minorías las que están tomando las decisiones.

Son derechos que a mucha gente no le da la gana ejercer, como si siempre hubieran estado ahí…o como si siempre los fuéramos a tener.

LAS FÓRMULAS SE DAN CON TODO

El villano favorito de la película electoral en Sonora es Manlio Fabio Beltrones, candidato al Senado de la coalición Fuerza y Corazón por México.

El propósito es claro y público: Bajarlo del lugar que tiene en las preferencias electorales, cualquiera que éste sea.

Tampoco se puede hacer el sorprendido el ex gobernador. Debió haber tenido en su presupuesto esta andanada de ataques que le vienen tanto de personajes locales como los nacionales que llegan a Sonora básicamente a tupirle en los medios y en las redes.

Ahí tenemos a Manuel Espino que vino y le dio hasta con la cubeta.

Pero yo la duda que tengo es si Espino le sabe cosas a Beltrones, vaya usted a saber cuantas más le sepa Beltrones a Espino.

El caso es que se levantan las faldillas que es un encanto.

Y aunque para nosotros los comunicadores y periodistas resulta atractivo, entretenido y hasta divertido ver esos culebrones, no siento que esos temas estén permeando en el ánimo de los electores, ni para bien ni para mal.

Beltrones eleva la mira y dirige sus respuestas a quien considera dueño del circo y supongo que mide el riesgo que corre, porque ahí hay botones que se pueden aplastar para detonar ataques más potentes.

Él tuvo a su disposición esos mismos botones y conoce perfectamente los alcances que eso puede tener porque él en algún momento fue dueño del mismo circo.

El tiro estaba cantado desde el principio y al que no le guste el calor, que no se meta a la cocina.

Mientras tanto la fórmula de Morena navega en aguas relativamente tranquilas aunque se sabe que Lorenia Valles y Heriberto Aguilar no se coordinan tan bien como debieran.

Por su parte Célida López y Froylán Gámez están haciendo el trabajo que se les encomendó, operan políticamente con personajes locales y nacionales para elevar sus posibilidades triunfo.

La tarea la están haciendo, incluso se sabe que Célida es la que está consiguiendo mejores apoyos de los alcaldes de Morena.

Ahí tenemos a Javier Lamarque que ayer en un evento llamó a los asistentes a un mitin a votar por la fórmula del PT al Senado y el resto por Morena.