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La carreta enfrente de los bueyes

Los mexicanos no gozamos de libertades políticas, estas se nos siguen negando en aras de proteger el cartel que representan los partidos políticos que ya no representan a nadie más allá de la búsqueda de privilegios para sus dirigentes, cuates y familiares.

Cascabel

Hay quienes deliran por legislar, hay quienes legislan delirios.

Marco Tulio Cicerón postulaba que “A medida que se multiplican las leyes, aumenta la injusticia”. En el ocaso de una administración se presenta un paquete de reformas constitucionales que buscan transformar y generar condiciones diferentes para el devenir de nuestro País.

En la lectura de las exposiciones de motivos de las reformas encuentro un análisis deficiente, sesgado e infundado, busca el Presidente, como buen pendenciero, enmarcar el debate electoral.

En algunas de las propuestas encuentro aspiraciones loables, como es el tema de pensiones, desafortunadamente entre lo deseable y lo posible existe un abismo, no está en las capacidades presupuestales del Estado enfrentar el gasto que ello representaría.

Sin negar posibilidades a generar vía legislativa, sostengo que sin un respeto al estado de Derecho, acompañado de ejecución impecable y un despliegue de recursos apropiado ninguna reforma va a transformar la vida de quienes menos tienen.

No hay legislación eternamente perfecta, las limitantes de lenguaje, racionalidad y temporalidad, obligan una actualización recurrente, aun sin embargo, considero insano el desenfrenado impulso por modificar la Constitución política como ejercicio de gatopardismo.

Las obligaciones constitucionales del Estado no se están honrando. La inocultable crisis de seguridad y ausencia del Estado en extensos tramos del País ya no se puede ocultar, el fracaso institucional va dejando como consecuencia muertos, heridos y desaparecidos.

Yo concibo la libertad como un bien indivisible, existen quienes como Raymond Aron sostienen que inclusive en los regímenes más despostas se puede gozar de libertades: libertad de profesar una fe, de asociación, de expresión, y a al mismo tiempo coartando libertades políticas y de manifestación.

Al igual que un edificio, en la ausencia o fractura de una de sus columnas soporte, en la ausencia de alguna libertad nos enfrentamos ante el derrumbe inminente. La libertad de vivir sin miedo se ha perdido. Miedo por la seguridad de nuestros seres queridos, miedo por la seguridad patrimonial ante un Estado que se niega a respetar la ley, miedo ante la imposibilidad de alcanzar libertades políticas que hasta hace años se veían alcanzables.

Los mexicanos no gozamos de libertades políticas, estas se nos siguen negando en aras de proteger el cartel que representan los partidos políticos que ya no representan a nadie más allá de la búsqueda de privilegios para sus dirigentes, cuates y familiares.

Sin pretender por motivos de espacio ampliar sobre las iniciativas de reformas constitucionales, encuentro que en su diseño están poniendo la carreta enfrente de los bueyes. En materia de agua se debe de trabajar “cuenca arriba” para solucionar los problemas de los usufructuarios.

En la reforma planteada se busca partiendo del grifo resolver la crisis actual, sin atender la remediación y rehabilitación de cuencas hidrológicas donde la apatía, complicidad y corrupción de las autoridades nos han conducido a este momento.

De acuerdo al reporte de almacenamiento de presas del organismo de cuenca Noroeste estas se encuentran al 19.6% de su capacidad, contrastado con un 52.4% de hace un año.

La presa “El Novillo” se encuentra en 17.3% de su capacidad, un 32.3 % inferior al año pasado, poniendo en riesgo cultivos, generación de electricidad y suministro de agua potable.

No obstante la limitaciones del lenguaje, deberíamos insistir que el texto constitucional cuando se reforme se redacte con precisión, después de un amplio debate y consenso, capturando la intencionalidad de quien propone y del legislador permanente.

En la iniciativa que busca inhibir la existencia de maíz blanco transgénico incluye por una torpe redacción la prohibición de maíz genéticamente modificado ignorando que la modificación genética se da como consecuencia de un manejo agronómico tradicional.

Simpatizo con la intencionalidad de no incluir en el código genético del maíz blanco genes de otras especies o propietarios, sin embargo de ser promulgada la intención del Presidente tal como viene redactada generaría por su torpe redacción problemas.

México fue cuna de la revolución verde donde Norman Bourlang junto con agrónomos mexicanos lograron salvar al mundo vía generar variedades de trigo genéticamente modificadas en base a laboriosos trabajos de polinización entre variedades y selección. Me hubiera gustado encontrar en las exposiciones de motivos mayor profundidad en el diagnóstico, mejor desarrollo de ideas, propuestas, consecuencias y metas esperadas.

Desafortunadamente la internacionalidad plasmada, al igual que las diatribas mañaneras, no va más allá de lugares comunes, verdades a medias y mentiras completas. Más preocupante aún que la ausencia de los “porque” está la ausencia de el “de dónde” van a salir los recursos para financiar el retorno a un Estado omnipresente al cual se le buscan asignar más tareas sobre todo en materia de las denominadas “industrias estratégicas del Estado”.

A la próxima administración le tocará prender la luz, apagar la música y retirar el licor para enfrentar la resaca de los desequilibrios financieros generados por un presupuesto orientado a gasto y proyectos de infraestructura deficitarios. No estoy optimista ni pesimista, simplemente preocupado. Preocupación que no debe permear nuestro estado de ánimo sobre las posibilidades de un futuro mejor ni ser causa de parálisis, mucho menos de apatía sobre lo público. Habrá que participar en mantener vigente nuestra aspiración de libertad.

Finalmente quiero destacar, agradeciendo a organizadores y patrocinadores de la Cumbre Sonora y Alamos Alliance, los espacios de divulgación, reflexión, debate y construcción de puentes de entendimiento fortalecen al Estado y al País. Representan ambos eventos grandes esfuerzos dignos de reconocer e impulsar.

Óscar F. Serrato Félix es padre de tres, ciudadano, empresario, analista y optimista.

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