Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Sonora

¿Cuál es tu expectativa?

“La mentalidad es como el paracaídas, hay que mantenerla abierta para que funcione”, Albert Einstein.

En la Segunda Guerra Mundial se empezó agotar la morfina y miles de soldados heridos fueron inyectados con una solución salina para operarlos y les decían que era morfina. El 90% de ellos se sintió aliviado del dolor, efecto placebo a todo lo que da. En 2011 el sicólogo Dan Ariely les dio idénticos lentes obscuros a un grupo de estudio y les pidió que leyeran las palabras bajo una luz brillante. A los participantes que se le dijo que sus lentes eran Ray-ban leyeron el doble de palabras correctas que los que se les dijo que eran lentes económicos. Sin duda las expectativas influyen.

Los rituales también ayudan

En un estudio sobre deportistas profesionales también se encontró que los rituales en su práctica tienen una influencia positiva en su desempeño: La tenista Serena Williams bota la pelota cinco veces antes de cada servicio que realiza, el también tenista Rafael Nadal se da una ducha de agua fría antes de cada partido. Los basquetbolistas profesionales cuando hacen su ritual antes de cada tiro libre son 12% más efectivos en lograrlo que si lo omitieran. La recomendación para un mortal común y corriente sería entonces repetirte una frase o decir una oración antes de un desempeño importante que tienes que brindar; otro puede ser ejercicios de respiración para concentrarnos mejor o escuchar una canción que te motiva.
Voy a planear nuestro ritual antes de cada juego de slowpitch.

Cuál es tu role model

Otro aspecto interesante que nos puede ayudar para tener un mejor rendimiento es tener una persona que admiras y tratar de emular su pensamiento o simplemente qué harías si fueras como él. En este sentido, nos gusta mucho recordar la frase de Clint Eastwood en referencia cómo le hacía para mantenerse tan activo siendo ya de tanta edad (92 años) y contesta: “No dejo entrar al viejo…”, en clara alusión a que no se siente como tal.

Conclusión

A manera de conclusión se puede afirmar que tenemos que cultivarnos para que nuestras expectativas puedan ser más amplias, de mayor alcance, y, por lo tanto, lo que vayamos logrando y consiguiendo sea ídem. También analiza nuestras rutinas: Si lo primero qué haces en la mañana es revisar tu celular, tienes tache. Pienso entonces que si le preguntas a alguien sus expectativas podrás saber qué clase de homo sapiens es. A propósito estimado lector, ¿cuál es tu expectativa? ¡Feliz domingo! @@Octavio F. Ballesteros Navarro. Socio del Despacho Asesores Ballesteros. Focalizados planes de ahorro y protección fiscalmente deducibles. Correo: octavio@ballesterosyasociados.com.mx
FB: asesores ballesteros @octavioballes

Temas relacionados