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Una noche inolvidable

Pensaba que iba a tener una noche inolvidable. Se había preparado toda la semana para verlo, pues ese era el trato ya que ambos estaban casados.

Pensaba que iba a tener una noche inolvidable. Se había preparado toda la semana para verlo, pues ese era el trato ya que ambos estaban casados. Ella compraría el vino, él llevaría la cena como todos los jueves. Una noche especial con esa persona que veía a escondidas, con esa persona que hacía que su corazón latiera más rápido de lo normal. Esa era una noche aún más especial porque festejarían su aniversario. Llevaban un año siendo amantes y todo había fluido sin complicaciones. Ella seguía fingiendo una vida ejemplar ante la sociedad, su esposo y sus hijos, y él hacía lo mismo.
Llegaron al motel, abrieron el vino, se disponían a cenar cuando sonó el teléfono del hotel. Se les hizo extraño, pues apenas iban llegando, pero ella decidió contestar. Era la voz de una mujer que decía que el hotel estaba rodeado, que había llegado un comando armado y que todos estaban secuestrados. Le dijo que le pasaría al líder del comando para que hablara con él. Contestó una voz de hombre y le pidió el número de su celular y el de su amante. Ella se los dio y les dijo que les llamaría por ahí. Colgaron el teléfono del hotel e inmediatamente les sonó el celular a los dos. Ahí los estuvo amenazando y les pidió los números de sus tarjetas de crédito, fotos de sus credenciales de elector y demás. Les decían que si no obedecían entrarían y los matarían. Pasaron las horas y ella no sabía qué hacer. Se empezó a preocupar por su esposo y por sus hijos. Él también se empezó a preocupar por su esposa y sus hijitos, quienes estaban dormiditos en su casa. El secuestrador telefónico los tenía con uno de los celulares en video llamada para estarlos viendo. No los dejaba moverse ni hablar entre ellos. Ahí estaban sentados escuchando las palabras amenazantes del secuestrador. De pronto él no aguantó más, apagó el teléfono, le colgó su teléfono a ella y le dijo: Vámonos. Salieron rápidamente del cuarto y al salir se dieron cuenta de que no había nadie, todo en el hotel fluía normal, los carros seguían entrando y saliendo. Entendieron que había sido una llamada de extorsión. Inmediatamente reportaron las tarjetas de crédito y preocupados por sus familias y por lo que habían sentido al pensar que les pudiera pasar algo, cada quién se fue para su casa a abrazar a sus hijos y a sus parejas que ni cuenta se habían dado de lo que habían vivido ellos esa noche. 
Esa noche se acabó la relación, esa noche sintieron el temor de ser descubiertos y de herir a su familia, esa noche se dejaron.

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