Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Proyecto Puente

Es interesante leer el libro de un ex presidente, ex gobernador y cualquier autoridad de todo nivel. La mayoría de las veces se trata de reflexiones profundas, autocríticas, revelaciones y datos que reviven determinadas circunstancias. Siempre será válido y necesario hacerlo. Por eso tiene importancia el testimonio del ex gobernador Armando López Nogales. Sin embargo creo que fue mal asesorado en cómo abordaría los temas. He leído su material. Rescató el sentido humano de confesar sus orígenes. Su trayecto hacia Hermosillo. Su carrera académica y política. Un hombre agradecido con quien lo ayudó. Leal. Antes de quedar mal con Manlio Fabio Beltrones, a quien Ernesto Zedillo había ignorado al nombrarlo candidato a Gobernador en 1997, le llamó para decirle lo que el Presidente le había dado. Prudente: Sabía que no podía pelearse con Vicente Fox en el 2001 por la desaladora para Hermosillo. Revelador el momento en que el ex Presidente panista le pidió que le cediera a Francisco Búrquez Valenzuela, alcalde panista 2000 -2003 el proyecto. “Era muy grandote” el oponente, me admitió en entrevista. Un ex gobernador gestor: Logró que se quedara la Planta Ford en Hermosillo. Previsor: Invirtió en infraestructura judicial: La Procuraduría de Justicia y el Poder Judicial son ejemplos emblemáticos. Pero adolece de autocrítica su libro. Para Manlio tiene todas las consideraciones y halagos. Le debe mucho. Hasta lo apoyó económicamente cuando lo necesitó. Pero jamás dice que le heredó un Estado endeudado y muchos problemas que lo persiguieron en su sexenio. Tampoco habla de cómo uno de los operadores de Beltrones en el Estado, nada nuevo en Sonora, se convirtió en su piedra en el zapato durante y después del sexenio. Cuestiona a Eduardo Bours y a Guillermo Padrés. En el libro refleja un dolor hacia Eduardo, me admitió. Bours se reveló contra las reglas del sistema priista de ese entonces. Sí, cedió para que se abriera la elección interna del 2002, pero los que vivimos ese momento sabemos que fue forzado y ni con toda la maquinaria estatal, recursos e infraestructura para Alfonso Molina Ruibal, pudo imponer candidato. Eduardo les ganó y a la buena. López Nogales quería que Bours le firmara las pensiones vitalicias para funcionarios estatales como él lo hizo con las que le pidió Beltrones en 1997. Reclama que avisó del apoyo, sí, pensionar a ex secretarios de Estado de por vida por su servicio prestado al Gobierno, y que Eduardo después no reconoció el acuerdo. Qué bueno que no lo hizo. Me tocó vivir el tema en este periódico en el 2003. Tal vez fallaron las formas, pero el fondo es inadmisible. Dice que le montaron una campaña de desprestigio por el alcohol. Pero en la entrevista que nos concedió aceptó que había fiestas en la Casa de Gobierno cada quince días o más, dependiendo la ocasión, para festejar cumpleaños con tríos y canto. “Quería que disfrutaran la casa del pueblo mis amigos”, me dijo. ¿Y por qué la casa de un Gobernador debe ser para fiestas de amigos y secretarios? Dice que no se tomaron acuerdos bajo las copas. Sobre el rancho El Amole: Acepta que costó 3 millones de pesos. Que lo compró mediante un crédito y ahorro. Pero no presenta documentos que acrediten su defensa. Se consignó por EL IMPARCIAL en el 2002 que fueron 4 millones de pesos el valor del rancho. El papel de Cecilia Sánchez, afirma, solo era de secretaria privada, no vicegobernadora. No señala que Óscar López Vucovich sí lo era. Sorprende que me dedicó páginas en su libro para descalificar lo que escribí de una herencia cuestionada de algunos ex gobernadores de Sonora. Pero lo hizo desde el estómago. Hasta con mi familia se metió. Como le comenté en la entrevista y de frente: Vuelta a la página. Admitió frente a cámaras cómo él dejó esa herencia y 16 años después sale a defenderse. Ya muy tarde. Cuando su imagen se acentuó en lo más profundo de la sociedad sonorense. Faltó humildad en el libro. Lo mal asesoraron: Nadie lo detuvo en escribir ataques y revelaciones que no pudo defender y fue a admitir frente a micrófono. Escribe que también le reclamó a Fausto Soto Silva críticas que le hizo. Ojalá este ejercicio de Armando sirva para los que van a escribir sus memorias o lo están haciendo: Se trata de cerrar círculos, aclarar, admitir, reflejar que los años nos hacen más sabios. Pero, sobre todo, que lo que escriban o revelen puedan sostenerlo frente a todos.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados