Proyecto Puente
Esto deberían entender los diputados de Morena en Sonora. Pertenecen a un Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Regenerar la política, no administrarla, significa. Morena pasó a ser partido político para llegar al poder por la vía electoral pacífica. Los votos los legitimaron en las pasadas elecciones. Su máximo líder es Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Todos los que ganaron, todos, le deben el triunfo al Presidente de México. Pero no se entiende para qué llegaron a legislar en algunos casos. Después de AMLO en Sonora el líder del partido es Alfonso Durazo Montaño, el secretario de Seguridad federal. Vino a jalar orejas a los legisladores locales y a la alcaldesa de Hermosillo, Célida López, para que no sigan el pleito por las diferencias en torno al juicio político contra el ex alcalde, “Maloro” Acosta. Todos asintieron y aceptaron la llamada de atención con buen tono y argumentación que dio Durazo en su trayecto Hermosillo-San Carlos. Célida ha puesto el ejemplo de que es de los gobiernos morenistas con más resultados y estabilidad en Sonora. No está en duda el liderazgo del funcionario federal en el Estado. Lo dejó claro en el evento con la capacidad de convocatoria estatal: Empresarios de toda la entidad, militantes de todos los partidos, funcionarios municipales y estatales en torno al encuentro que organizó el empresario Carlos Benito Astiazarán, en el hotel San Carlos Plaza. Muchos preguntando: “¿Entonces sí viene como candidato a Gobernador?”. No se sabe. Durazo se convirtió en el hombre de confianza del Presidente de México para el tema de seguridad. Pero eso no es suficiente ni arropa la falta de experiencia y valor de la mayoría de los diputados locales. Primero fueron desmantelados legalmente con las reformas constitucionales por parte del Gobierno de Sonora y el PRI. Eso era motivo suficiente para saber de qué tamaño era el reto para legislar frente a una estructura y maquinaria priista aceitada que les mandó el mensaje de que estaban, están dispuestos a todo, para administrar el poder en Sonora. No podemos decir para mantenerlo porque falta mucho para el 2021 y los frentes abiertos cada día son más por parte de la nomenclatura y poder fáctico priista. Pero eso no lo entienden ni ven los legisladores de Morena. Después vinieron las denuncias de supuesta compra de diputados para temas y votaciones. No todos. Aquí sí se puede resaltar que hay quienes luchan por la honestidad en la bancada, como Ernestina Castro, pero, a la vez, no se ha sabido conducir el grupo bajo una agenda de temas, posturas o comunicación en problemas sociales y políticos porque simplemente o no quieren, no les interesa. ¿O esperan para que el 2021 venga a salvarlos Alfonso Durazo quien trae el País encima en materia de seguridad? Él no opera políticamente Sonora. Les dijo el pasado sábado que de continuar el desencuentro, desorden y falta de compromiso de legisladores prácticamente estarán fuera de la jugada en las próximas elecciones. Los morenistas no debaten. No defienden posturas. No cuestionan. No argumentan. No comunican. Ante su vacío de poder los panistas han entendido bien la dinámica legislativa y siempre opinan, debaten y tienen un tema que mover. También María Dolores del Río, de Movimiento Ciudadano, que se cuida a veces demasiado y calcula cada palabra, tuit que dirá, pero está ahí siempre. No han entendido los diputados morenistas de Sonora que ellos no son AMLO. Que no por ser de Morena en automático les generará resultados sin ganarse el pan legislativo de cada día. Ernestina, una líder social nata, debe asumir su liderazgo proactivo frente a cualquier problema. Ella es la voz del partido. También debe aplicar el arte de la negociación y operación política. Aprovechar más cuadros como a Luis Colosio, Martín Matrecitos, Diana Platt. Después de haberlos doblegado al quitarles poderes en el Congreso, de comprar a algunos legisladores, ahora también los han dividido en el tema de “Maloro” Acosta. Pero no se trata sólo de este asunto: Ya la división y falta de trabajo empieza a permear entre los ciudadanos. Ante el vacío de contra peso que le correspondía a Morena, se cocina una alianza PT, PAN y PES en el Congreso para formar una especie de bancada opositora al Estado. Los diputados priistas son una extensión del partido en el Gobierno. Pero el ciudadano no ha recibido resultados de sus representados en el Poder Legislativo del Estado. La prueba está en que sólo hay una sola iniciativa de Ley aprobada desde septiembre del 2018 a la fecha. Siete meses de improvisación y una cara curva de aprendizaje. No son AMLO, los diputados. Ojalá lo entendieran.
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