Desde la Polis
En octubre renunciaron el secretario de Seguridad Pública y el fiscal de Justicia. Se especuló mucho sobre los motivos, pero lo que sí es un hecho es que las condiciones de inseguridad en Sonora han sido las peores desde hace mucho tiempo. Lamentablemente en todos los estados de la República hay corrupción e impunidad; es un mal generalizado. No obstante, hay claros niveles de diferencia entre un lugar y otro. Hay corrupción y violencia en Nuevo León, pero no están como en Guerrero. La hay en Yucatán, pero no como en Puebla, etc. Es la noción social de que la clase política se sirve a sí misma y que la delincuencia anda muerta de la risa, lo que genera tanto enojo social… y lo que hace también que la gente en ocasiones prefiera hacer justicia por su propia cuenta, pues sabe que las autoridades no dan resultados. Ultimadamente, este sentimiento se manifiesta en las jornadas electorales. Quizá por ello, hoy Sonora tenga 80% de su población bajo ayuntamientos morenistas y dicho partido tenga mayoría en la legislación estatal así como en ambas cámaras federales. Todo esto lo sabemos y lo comprendemos quienes convivimos con la dinámica sociopolítica, pero, ¿qué sigue? La mayoría de la población no entiende cuestiones de deuda pública o de macroeconomía, pero lo que definitivamente sí ha sentido y por eso su hastío, es el repunte en la comisión de delitos; que si se metieron a la casa, que si se robaron el carro, que si lo asaltaron a uno en la calle, etcétera. Si a ello agregamos el hecho de que muchos de esos delitos son cometidos impunemente frente a la cámara de un celular, viralizándose el material por las redes, la percepción de inseguridad se consolida. Y eso no es de este último año, sino que ha mantenido una clara tendencia a la alza desde los últimos seis. Es por ello que AMLO no tuvo que quebrarse la cabeza para identificar la narrativa más atractiva para contender: “Ellos son incapaces, pues no dan resultados… pero además son unos corruptos, son cómplices de los delincuentes y por ello aumenta la impunidad y la inseguridad.” Y ni modo que los del Prian, teniendo las riendas del poder formal (local y federal) quisieran manejar el mismo discurso… nadie les iba a creer, pues controlando los gobiernos, no pudieron con el paquete. De ahí el resultado electoral en Sonora: No fue un efecto AMLO, fue un efecto realidad. Ahora, tras tener pleno control del Gobierno federal (Congreso y Ejecutivo), el gran enfoque de la cúpula de AMLO ha sido cómo enfrentar a la inseguridad. En repetidas ocasiones, el Presidente ha dicho que la Guardia se necesita porque el titular del Ejecutivo federal sólo podía contar con 20 mil elementos y con el nuevo sistema militarizado, ese número aumentará considerablemente. Aun cuando más del 90% de los delitos son del fuero común y por ende, tienen los gobiernos locales la principal obligación, el Presidente inicia un esfuerzo por intervenir con mayor fuerza en la materia. Veremos cómo le va, pues aunque cuente con más “guardianes”, aún no hay ni una sola pista de cuál será la política pública central para “enfrentar el fenómeno desde sus causas”. En medio de este escenario hay algo fundamental que me parece clave que tengamos muy presentes: Las llamadas Mesas de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz. Regreso al asunto de la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública estatales… ya con nuevos titulares; parece que se ha reconocido que este fenómeno es el talón de Aquiles del Gobierno, pero no basta con cambiar gente, hay que invertir todo el capital gubernamental y político (cuando hay honestidad) para proteger a la ciudadanía. En Sonora, la mesa debe ser integrada por la Gobernadora, los representantes del Ejercito y la Marina, el secretario de seguridad pública, la fiscal, el superdelegado, el delegado de PGR, el comandante de la Policía Federal y el delegado de la Secretaría de Seguridad Pública nacional (“secretario técnico” de esas mesas). Cabe recordar que, a nivel nacional, se lleva a cabo una sesión análoga en Palacio Nacional, presidida por el Presidente. Es a diario y es a las 6:00 de la mañana. En Sonora no debe haber menos empeño en esta materia por lo que espero se esté viendo a la Gobernadora presidir todas y cada una de las futuras mesas, puesto que este es el problema prioritario, la fiscal no es su representante (legalmente hablando) y ella es la máxima autoridad Ejecutiva. No hacerlo enviará señales delicadas. Se desperdiciaron los últimos tres años, hay que salvar los siguientes tres. El 2019 será mejor que los anteriores, ya verán.
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