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Espacio Público

Estudié Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Sonora de los años 1995 al 2000. No existían las redes sociales ni los teléfonos inteligentes. Eran impensables Facebook o WhatsApp.

Recuerdo debates muy intensos en las clases de los profesores Rosa Elena Trujillo y José Peralta Montoya sobre cómo hacerle para democratizar a los medios de comunicación.

Y es que los factores de la comunicación en los medios, es decir, emisor-mensaje-receptor, eran completamente lineales, sin retroalimentación ni mecanismos para que las audiencias se inconformaran o se quejaran de algún contenido. Lo que decía Jacobo Zabludovsky en el Canal 2 o lo que escribía Martín Holguín en EL IMPARCIAL era irrebatible.

En las aulas de las escuelas de Comunicación y Periodismo se comenzaba hablar de códigos de ética y de crear figuras como la del ombudsman del lector, radioescucha y televidente, de romper las impenetrables paredes de los medios de comunicación porque las audiencias –defendíamos en ese momento- tenían derechos.

Así, por presión desde la academia, algunos medios de comunicación nacionales, sobre todo públicos, comenzaron a implementar códigos de ética y mecanismos de retroalimentación con sus auditorios. Hay casos muy exitosos como Canal 22

e IMER.

En Sonora, EL IMPARCIAL fue el primer medio de comunicación en publicar un código de ética, trabajos que coordinó la actual subdirectora editorial, Lourdes Lugo.

Pero se trataba de iniciativas de carácter voluntario por parte de los propietarios de los medios de comunicación.

Hoy, en 2018, afortunadamente la Ley de Telecomunicaciones obliga a los medios electrónicos, tanto privados como públicos, a contar con un Defensor de las Audiencias, disposición que existe desde el año 2014, porque se parte de que los consumidores de los medios tienen derechos, entre otros:

-El respeto de los derechos humanos, el interés superior de la niñez y la igualdad de género.

-Recibir contenidos libres de discriminación.

-Que se diferencie con claridad la información noticiosa de la opinión de quien la presenta.

-Que se aporten elementos para distinguir entre la publicidad y el contenido de un programa.

-No transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa.

-Contar con un defensor que reciba, documente, procese y dé seguimiento a las observaciones, quejas, sugerencias, peticiones o señalamientos en relación con derechos de las audiencias.

-Que la programación dirigida a las audiencias infantiles difunda información y programas que fortalezcan los valores culturales, éticos y sociales.

Bajo esta lógica, la Universidad de Sonora, que cuenta con una radiodifusora y una televisora, presentó esta semana un Consejo Ciudadano y un Defensor de las Audiencias.

Los medios de comunicación universitarios son de una profunda tradición en nuestra comunidad. Radio Universidad tiene 56 años de operaciones y Unison TV otros 53, creados con el objetivo de divulgar el trabajo científico y cultural de nuestra máxima casa de estudios, además de contenidos que no ofrecen los medios de comunicación comerciales.

Así, una Comisión Especial de Radio y TV de la Unison, conformada por Ángel Humberto Monroy Arreola, David Alonso Luna Bonillas y Cristóbal García Bernal, nombró como integrantes del Consejo Ciudadano a los periodistas Rosa Angélica Fimbres, Luis Alberto Medina y Luis Alberto Viveros, y como Defensor de las Audiencias a quien esto escribe, tomándonos protesta el pasado 31 de octubre el rector Enrique Velázquez Contreras.

El Consejo Ciudadano es un órgano que debe vigilar que los contenidos de los medios universitarios cumplan con el código de ética y defender los derechos de la audiencia, y el Defensor de las Audiencias debe ser intermediario entre el radioescucha y el televidente ante los medios de comunicación universitarios para procesar quejas y sugerencias, con tiempos muy bien definidos de respuesta, así como garantizar el derecho de réplica, si es necesario.

Tanto Radio Universidad como Unison TV deberán publicar en sus páginas de Internet el Código de Ética, así como un espacio para que los ciudadanos interpongan quejas y sugerencias que serán

recibidas por el Defensor de las Audiencias.

Por supuesto que, en lo personal, me comprometo a aportar tiempo y conocimientos para que los contenidos de los medios universitarios tengan mayor penetración en la comunidad sonorense y sugerir un mayor uso de las redes sociales en la lógica de que las nuevas generaciones ya no ven la tele en la tele sino en la computadora y en sus teléfonos

inteligentes.

Y en el caso del Consejo Ciudadano estimo que habrá mucha coordinación con los responsables de Radio Universidad, Emma López; y de Unison TV, Luis Alfonso Partida, así como con el director

de Comunicación, Felipe Medina.

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