Generación Touch

Ya sé. Es normal que todos tengamos opiniones distintas porque somos diferentes, pero quizá es algo anormal que siempre sea el que tenga opiniones diferentes a las de mis amigos o familiares. Por ejemplo, en la manera de saludar, pero vamos a lo que no les he contado. Algo que es muy común en mí, es que me preocupo mucho por la escuela y no me gusta faltar. De hecho, cuando tenía 9 años, en las vacaciones de Navidad quería regresar a la escuela para volver a ver a mis amigos. Y cuando iban a ser vacaciones de verano, me sentí triste porque no quería dejar de ir a la escuela por tanto tiempo. Eso me trajo algunos problemas. Comúnmente alguien me hacía bromas al respecto, pero en quinto grado fue peor. Un niño me hacía bullying por interesarme tanto en la escuela, además por flaco. El día que le pregunté por qué me molestaba, me dijo que era porque no era “cool” y que para serlo, debía dejar de interesarme tanto en la escuela, decir malas palabras y echar relajo, a lo cual me negué, ya que no me beneficiaría. En una ocasión, se armó un relajo y yo me quedé sentado. Afortunadamente, ya somos amigos y me cae muy bien. De mi equipo de basquet soy el que siempre se preocupa de la escuela, no me gusta ver basquet (bueno, no me gusta ver ningún deporte excepto bolos) y soy el único que usa ropa de colores claros. Con todo lo que les he dicho (Flaco, colores claros) y aparte que soy muy chaparro y mi manera de peinarme, me parezco a Huesos de la película de Olé. Como les dije, no me gusta ver basquet y me preocupo por la escuela. En una ocasión, me dijeron que fuera a un partido de basquet y no me dijeron que era para un reconocimiento. Entonces, me obligaron. Decidí llevarme un libro y mis amigos y hasta mis padres no lo entendían pero al final tuve razón. ¿Por qué? Porque comenzó a llover y yo era el único que tenía algo que hacer y todos se pusieron a leer también. También ha pasado que me he dormido en partidos y hasta he hecho la tarea o he estudiado en ellos. Como no me gusta faltar a la escuela prefiero ir a copas foráneas cuando se realiza el consejo técnico. Es más, un día se suponía que tenía que faltar a la escuela, pero fui a la escuela y luego me fui a la copa. La moraleja de esta columna es que si haces algo distinto a los demás y no lastimas a nadie, pero te gusta hacerlo, síguelo haciendo. No estamos en esta vida para tener fans sino hacer las cosas que nos gustan. En mi video columna haré un refresco con cítricos y bicarbonato. ¡Hasta pronto, espero que hayan tenido felices fiestas de fin de año!