Líderes empresariales de Sonora
Hay proyectos que definen futuro. En el plano personal, se presentan por ejemplo al emprender una familia o con la llegada de un hijo. Puede ser también en el plano empresarial, el inicio de un nuevo negocio o un gran plan de expansión. Y a nivel comunitario, en contadas ocasiones llega un proyecto tan importante que se convierte en un parteaguas y marca un antes y un después. La instalación de la Planta Ford en Hermosillo es un buen ejemplo. En la década de los ochenta nuestra ciudad pasó de tener una economía eminentemente agrícola, a contar con una base industrial que le puso en el mapa de la manufactura mundial. Para que esto fuera posible fue necesario preparar la infraestructura que permitiera la construcción de un parque industrial, que fue el inicio de todo. La condición más importante que se presentó entonces, fue que nuestra capital tuviera acceso al gas natural, que ya hace más de 30 años era el combustible más eficiente, si bien no el más barato como es el caso actual. No fue fácil conseguirlo, pero con la construcción del gasoducto que viene de Naco y que hasta el día de hoy alimenta la ciudad, fue posible que se escribiera la primera página de una nueva historia económica. Hoy veo en los amigos empresarios de Cajeme y Navojoa, compañeros que tienen todo el entusiasmo y toda la creatividad para hacer un gran aporte al crecimiento de Sonora, esa sed de infraestructura que seguramente nuestros padres tuvieron en su momento. Me parece totalmente válido y además muy natural, que estén trabajando con gran interés, para que llegue el gas natural a su región; más aun, cuando el proyecto ya está planteado, se está haciendo con inversión privada y por encargo de la CFE y, lo más importante, prácticamente terminado. Por eso entiendo que estén tan preocupados porque se vean problemas ajenos a ellos, a la empresa constructora e incluso, según parece, al Gobierno, que están impidiendo la conclusión en tiempo del proyecto. Según me he enterado, si no se puede ir por la ruta original, podría tardar hasta dos años la llegada del gas natural a Ciudad Obregón. Con la dinámica económica y la competencia que vivimos en esta economía global, esto podría tener efectos graves en los planes de inversión que grandes empresas tienen para esta región hermana. Por todo esto, veo que es momento de voltear a ver al Sur, en solidaridad todos los sonorenses y buscar la manera de que prevalezca el tan claro interés que tiene la gran mayoría de la gente y comunidades, que quieren que llegue el gas natural. Debe haber alguna forma de enfrentar los problemas que presenta el grupo que aún se opone y al parecer no ha querido siquiera negociar. El Gobierno y la empresa han dicho que se tienen todos los permisos, incluso el de la tribu Yaqui. Ojalá, entonces, que se generen las condiciones necesarias para que este proyecto tenga un feliz fin.
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