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Notirrimas

Ayer se cumplió un año más de la llamada Matanza de Tlatelolco. Eran las 5:20 de la tarde del miércoles 2 de octubre de 1968 cuando empezó el mitin estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, en donde se reunieron unos cuatro mil estudiantes y padres de familia. A las 6:30 empezaron a disparar a la multitud. Unos dicen que hubo 20 a 23 muertos otros que más de 100. Han pasado 47 años y aún no se sabe con certeza todo lo que pasó ni por qué ni quiénes fueron los verdaderos culpables. Recordemos un poco la historia porque como decía Daniel Cossío Villegas: “La historia es la maestra de la vida” por eso yo pienso que también es básica para la cultura del hombre. El presidente de México era Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), quien se mostraba siempre duro, irreductible, siempre claridoso, estricto y amante del orden, en 1965 reprimió el movimiento iniciado por los médicos en los hospitales públicos, en 1966 alentó a los estudiantes para tumbar al rector Ignacio Chávez, en ese mismo año y en 1967 el Ejército sofocó brotes de rebeldía de los estudiantes de la Universidad Nicolaita en Morelia y a los aguerridos aguiluchos de la Universidad de Sonora y en su tercer informe de Gobierno dijo: “A petición expresa de las autoridades estatales y en cumplimiento de lo previsto en el artículo 122 de la Constitución General de la República, el Ejército restableció el orden interior en Morelia y en Hermosillo”. Díaz Ordaz decía que la rebeldía de los muchachos en 1968 era el producto de una secreta conspiración encaminada a impedir la Olimpiada y que para ello, los comunistas se habían infiltrado entre los estudiantes del Poli y de la UNAM. Hay varias versiones en donde se menciona que el presidente Díaz Ordaz fue hasta cierto punto boicoteado al ocultarle bastante información por sus subalternos en virtud de que estaban ya en los estira y afloja para la sucesión que ya se aproximaba. El Gobierno de don Gustavo tuvo cosas muy positivas para México, por ejemplo, durante su administración el País tuvo la menor tasa de inflación desde 1930, fue de 2.7%, el tipo de cambio fue estable y los precios fueron controlados y ajustados por el Gobierno. Se realizó con éxito la Olimpiada y el País, pese a todo, se conservó en calma. El presidente Díaz Ordaz, a la fecha, despierta juicios encontrados. Para unas personas fue un pésimo gobernante y para otras fue un auténtico patriota que supo hacerle frente a intereses internacionales muy fuertes que querían adueñarse de México. Usted ¿Qué opina? La historia lo juzgará con el paso de los años. Así se vislumbrará… ¿Sus aciertos? o ¿sus daños?

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