Notirrimas
Dos personajes que sin duda alguna, fueron en diferentes épocas y ámbitos, parte importante de la historia de nuestro País. Me refiero al general Porfirio Díaz Mori nacido en Oaxaca el 15 de septiembre de 1830 y muerto en París el 2 de julio de 1915 y al licenciado Jacobo Zabloudovsky Kravesky nacido en el D.F. el 24 mayo de 1928 y muerto el pasado jueves 2 de julio. El objeto de recordarlos ahora es brindarles un homenaje a tan destacados mexicanos, con motivo del centenario de la muerte de don Porfirio y del lamentable deceso de don Jacobo. Don Porfirio Díaz fue un estadista y sin duda alguna fue el mejor soldado de la República, y al acceder a su primer periodo presidencial en 1877, sus principales objetivos fueron lograr la paz, el progreso y el orden y para lograrlo conquistó a los caciques regionales, les dio confianza, negociando con ellos y a cambio de que controlaran el orden en su región, les dio libertad y recursos, así no tuvo necesidad de mantener un gran Ejército. Su Gobierno no fue político sino de recta administración encaminada a lograr la mejoría de México y para eso conciliaba o usaba para negociar el famoso “pan o palo” y a pesar de ser abogado utilizaba mucho la frase de “muelles, no leyes” pero su prestigio y honor militar siempre lo mantuvo firme y para ilustrarlo déjenme que les cuente una historia: Resulta que cuando se rebeló contra Juárez en Chihuahua, fue derrotado por el cacique Luis Terrazas y para no ser fusilado, don Porfirio se comprometió a no volver a pisar las tierras chihuahuenses sin autorización de don Luis y como prenda de honor le entregó su espada. Corrieron los años y en 1908 siendo ya don Porfirio Presidente, se iba a celebrar una entrevista en Ciudad Juárez con William Taft, presidente de los Estados Unidos. Fiel a su palabra empeñada, don Porfirio le pidió permiso a su antiguo adversario. Don Luis Terrazas lo esperó en la frontera de Chihuahua y después de darle un abrazo le entregó su espada. Fue el encuentro de dos mexicanos grandes: Uno perdonó la vida y el otro nunca olvidó su palabra empeñada. ¡Esos eran hombres! Don Porfirio le hizo mucho bien a México pero también le hizo mal al aferrarse tanto tiempo en el poder. El tiempo no perdona, si abusas de él, ¡pagas las consecuencias! Y don Jacobo, sin duda uno de los más importantes pilares del periodismo en nuestro País, le dio otra dimensión a la comunicación en México. Noble, sencillo, escuchado, valorado y muy querido por la mayoría de la gente. ¡Descanse en paz! Porfirio: Tus restos deben estar en tu “Patria mexicana” Aquí deben descansar ¡No en una tierra lejana!
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí