Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Análisis y acción

Si nos atenemos al dicho: “No hay mal o bien que dure 100 años, ni pueblo que lo aguante”, en particular, los sonorenses debiéramos procurar que los aniversarios de Independencia y Revolución Mexicana, den la pauta para renovar nuestras pretensiones como sociedad. Los conceptos de “patria” y “ciudadanía” suelen confundirnos, al igual que los de “pueblo” y “nación”. Cuando los egipcios tenían a los hebreos de esclavos, no existía la nación egipcia pero sí el pueblo hebreo. Luego apareció Grecia con toda su cultura y civilización, y se lanzaron a la conquista del Mediterráneo. Cuando llegaron a la Península ibérica y vieron comunidades muy atrasadas, plantaron su raya: “Nosotros somos distintos a ellos, nosotros somos griegos”. Así, nació el imaginario colectivo diferencial. Luego, en la Península itálica, los romanos exacerbaron el concepto de nación; comenzó la división de territorios, y con ésta, el gran pretexto para que los humanos nos matemos unos a otros. En América, los colonizadores nos dividieron territorialmente de acuerdo a las naturales condiciones geográficas. En el asunto de la liberación con España, el movimiento aprovechó el descontrol de esa nación cuando hasta preso tenían al entonces rey Fernando VII. Entonces, los mexicanos nos constituimos en un Estado, cuando después del inicio del movimiento libertario de 1810, el último Virrey, Juan O’ Donojú, aceptó firmar el Acta de Independencia el 28 de septiembre de 1821. Nuestra identidad Sonora, 26 años después, por la guerra con Estados Unidos, sufrió la pérdida de la mitad de su territorio, tras la negociación del tratado de “La Mesilla”; como dirían en Villa de Seris: “Donde nos quitaron Tucson y los mejores freeways”. En junio de 1853, el americano James Walker, intentó apoderarse de Sonora; de manera fallida, gracias al valor de nuestros antepasados, que vencieron y ejecutaron a los invasores, liquidando ese intento separatista. En la época de la Reforma, en 1865, sufrimos la invasión del Ejército francés, librando la batalla de Álamos. En el siguiente año, esas tropas llegaron a Hermosillo registrando páginas gloriosas los héroes republicanos Ignacio Pesqueira, Jesús García y Ángel Martínez. Ya en la época de la Revolución, nos destacamos porque aquí se dio el primer movimiento con la huelga de Cananea, en 1906. Liderados por generales sonorenses, se firmó en 1920 el Plan de Agua Prieta en contra del presidente Venustiano Carranza; y, a partir de entonces, cuatro nacidos en esta tierra ocuparon la Presidencia: Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Abelardo Rodríguez. Aislamiento y una historia propia tan llena de gloria, que en parte explica actitudes contra el centralismo y genera posturas muchas veces no constructivas, hacen sentirnos diferentes al resto de los mexicanos. Sin embargo, a la hora buena, y lo comprobamos en nuestra historia de dos siglos, la voluntad de ser mexicanos ha prevalecido. Esa mentalidad regionalista, en momentos de prueba, ha sido expresada positivamente. Ojalá que las actividades conmemorativas en cuestión, se aprovechen para darle “otro entre” a la búsqueda de nuestra identidad como sonorenses. Quiénes somos Hay que dar ese jalón parejo, reencauzando un efectivo ejercicio ciudadano que atienda los factores que Álvaro Ibáñez Doria, Premio Nacional al Mérito Cívico, señala como imprescindibles: “La toma de conciencia de pertenecer a una comunidad concreta y la voluntad de participar en la vida comunitaria. La preocupación por los problemas comunes. La disposición de ponerse en el lugar del otro. El desarrollo del sentido crítico. Y la solidaridad y compromiso por la suerte del otro”. Con el Gobierno estatal, por conducto de la Secretaría de Educación, tal vez con apoyo de la Sociedad Sonorense de Historia, y con la participación de todos los que podamos influir positivamente, tras esa nueva autodefinición, comprometamos acciones que nos unifiquen, y así, superar los obstáculos tales como la falta de agua, mismos que han limitado nuestro desarrollo social y económico. Al ahondar en nuestro pasado, en el ejemplo de esos sonorenses grabados en epopeyas heroicas o en el sencillo trabajo diario, encontremos la inspiración para superar atorones y alcanzar la sociedad igualitaria a la que tanto aspiramos. Correo: peralta74@hotmail.com Carlos Peralta Gaxiola Empresario. Colaborador de EL IMPARCIAL desde el 2000.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados