Pros y contras

En menos de una hora, saliendo de Hermosillo rumbo a Gaymas puede desbaratarse cualquier aspiración política y construirse otra, dejando en el camino muchos meses de trabajo y negociación política. Muchos amarres, apoyos, pactos y todo lo que un político promedio hace para alcanzar una candidatura es perfectamente modificable en lo que usted y yo, si nos fuéramos juntos, llegamos a Guaymas. A estas alturas prácticamente todas las candidaturas importantes dentro del PRI Sonora están más que definidas, algunas con más jaloneos que otras, con parados y sentados pero ya se sabe quién va a una por una diputación o por una Presidencia Municipal. En el caso de los municipios con más de 100 mil habitantes ya quedaron definidas las cosas. Le digo, en las plazas más importantes. Pero para llegar a eso sucedieron muchas cosas y quizá uno de los capítulos más intensos fue la definición del candidato a alcalde y a diputado local de Guaymas. Sabemos que la nominación para suceder a Susana Corella en la Alcaldía de Guaymas recayó finalmente en la persona del empresario Carlos “Cacho” Zaragoza. Mientras tanto, el ex director del Isssteson, Otto Claussen Iberri buscará ser diputado por el mismo distrito que en las elecciones pasadas ganó José Luis Marcos León Perea. Aquí lo entretenido fue lo que sucedió en las horas previas a la definición de esas candidaturas, cuando se escribió un interesante capítulo de la novela roja en la que intervinieron primerísimos actores. En tan sólo un fin de semana la candidatura por la Alcaldía de Guaymas pasó varias veces de las manos de uno a las del otro, hasta que a última hora hubo una decisión. Enterado Otto que iría por la diputación, le avisan sus allegados en Guaymas que el “Cacho” viola el acuerdo de apoyarlo y le pide a Artemisa Lara que se inscriba para la diputación. Inmediatamente reaccionan Otto y Antonio Astiazarán disponiendo el registro de Lorena Garibay; mientras que Claussen ya enojado decide siempre sí inscribirse para la interna a la Alcaldía porteña, se sube a su carro y agarra camino rumbo a Guaymas. En la carretera le entra llamada del “Cacho” y Otto le reclama el rompimiento del acuerdo y le avisa que va rumbo al puerto a registrarse para la Alcaldía, Zaragoza le cuestiona por qué y le dice que si así va la cosa, pues él no va. Seguramente Zaragoza hace llamadas de alto nivel mientras Claussen manejaba de modo que la siguiente llamada que le entra a Otto es nada menos que la del dirigente estatal del PRI, Roberto Ruibal y le pide que no lo haga, Otto le dice que sí, y vuelve a mostrar su molestia por el supuesto rompimiento de acuerdos del “Cacho”, por lo que de plano no paraba hasta llegar a la mesa de registros de la Comisión Municipal de Procesos Internos de Guaymas. Entró una llamada más, de la única persona a la que ni Otto, ni el “Cacho”, ni el Toño, ni nadie de los involucrados en esta novela es capaz de ponérsele al brinco. El telefonazo cumple con dos cometidos importantes: Que les quede claro que no se mandan solos y que ya hay acuerdos que se deben cumplir. Cumplidos ambos objetivos centrales la consecuencia inmediata fue que Otto dio vuelta por el primer retorno que se encontró, regresó de inmediato a Hermosillo y hoy es flamante precandidato del PRI a diputado local, con todo el apoyo del señor Zaragoza y por supuesto del último que le llamó, que en cuanto vio el identificador de su celular se le bajó el coraje. El “Cacho”, por su parte disfruta su inminente postulación para presidente municipal, entendiendo al igual que el resto que no se manda solo y, eso sí también con todo el apoyo de Otto. En remodelación Si usted viene a Hermosillo y no pasa por el distribuidor vial, haga de cuenta que no vino. Una frase que seguramente será utilizada a manera de broma por muchos hermosillenses que presumirán la obra cuando tengan visitas. Esta semana me invitaron junto con muchos otros colegas a un recorrido por las obras que en Hermosillo se realizan y que están incluidas en el llamado Plan Sonora Proyecta. Nuestra capital, hay que decirlo, se encuentra en plena remodelación, lo que al principio provoca ciertas molestias, pero con la seguridad de que la imagen mejorará y sobre todo las vialidades tendrán más fluidez. Claramente de todas las obras incluidas en el recorrido (que son muchas) la más impresionante es la del Distribuidor Vial Luis Encinas, un lugar por el que según cifras conservadoras circulan alrededor de 60 mil vehículos diarios. En donde hay ciertas dificultades es en el par vial Pino Suárez, que pese a la importancia de su construcción por ubicarse en pleno Centro de la ciudad, se atora con la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La institución representada por Mario González Valenzuela ha impedido que se derrumben ciertas construcciones bajo el argumento de que son históricas, aunque en la SIUE afirman que no están registradas como tales. Tendrá que resolverse el asunto, porque a todos nos queda claro lo necesario que resultan este tipo de cambios en una ciudad como la nuestra, en donde el tráfico se ahoga cada vez más ante la necesidad de obras como ésta que causa el desencuentro entre el INAH y la SIUE. Sergio Valle, director de noticias de XEDL “La Fuerza de la Palabra” y titular del noticiero nocturno de Televisa Hermosillo. Correo: sergio_valle70@yahoo.com.mx