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Bush y México

Mucho se nos ha dicho a los mexicanos que nos convenía un Gobierno en los Estados Unidos encabezado por el republicano George W. Bush antes que por el demócrata Al Gore. Se nos ha reiterado hasta el cansancio que George senior, el padre del nuevo Presidente, fue muy positivo para México durante su Gobierno: En particular que impulsó la negociación del Tratado de Libre Comercio. Su hijo, George W., ha tenido además contacto estrecho con México toda la vida y, al ser Gobernador de Texas, mostró un gran interés hacia nuestro país. Gore, nos dicen, es un político más proteccionista. La tan esperada apertura de la frontera estadounidense a los camiones mexicanos nunca habría tenido lugar en una Presidencia de Gore debido a las deudas políticas que éste tiene con los Teamsters, la federación sindical que se opone al ingreso de los camiones mexicanos al territorio estadounidense. En cambio Bush, al favorecer el libre comercio, seguirá promoviendo una política liberal hacia México y no pondrá obstáculos a la apertura de las fronteras a los camiones mexicanos. Todos estos argumentos son quizá ciertos. Pero eso no significa que una Presidencia de Bush vaya a ser más positiva para nosotros los mexicanos que lo que habría sido una de Gore. La Presidencia del demócrata Bill Clinton fue, en realidad, excelente para México. Y hay dos razones para esto. La primera fue la decisión de Clinton en 1995 de arriesgar todo su futuro político al aprobar un préstamo de más de 40 mil millones de dólares para México en el peor momento de nuestra crisis a pesar de la negativa del Congreso a autorizarlo (el préstamo fue rembolsado anticipadamente y con intereses a los Estados Unidos y las instituciones internacionales que participaron en la operación). La otra gran razón fue el hecho de que la economía estadounidense mantuvo durante los ocho años del gobierno de Clinton el periodo de crecimiento más prolongado en la historia. La expansión estadounidense permitió a nuestro país recuperarse de la crisis de 1995 y ha sido uno de los factores importantes del crecimiento mexicano de los últimos años. Esta sostenida expansión de la economía estadounidense no fue producto de la casualidad. Clinton logró reducir gradualmente el déficit de presupuesto de su país hasta convertirlo en un significativo superávit. Esto permitió disminuir la deuda pública del Gobierno y generar un crecimiento sano con baja inflación. Ahora, sin embargo, George W. Bush está anunciando que va a tomar medidas que, de aplicarse, podrían destruir las bases de este prolongado periodo de expansión. Sus promesas de campaña, refrendadas el sábado en la toma de posesión, recuerdan las fórmulas de "economía vudú" que su propio padre cuestionó cuando fueron propuestas originalmente por Ronald Reagan. En su discurso inaugural del 20 de enero el nuevo presidente Bush prometió reducir los impuestos; también señaló que los Estados Unidos dedicarían un gran esfuerzo a desplegar un escudo antimisiles. Reagan también prometió en su momento recortar impuestos. Dijo que esto aumentaría (milagrosamente) la recaudación, reduciría el déficit de presupuesto y promovería un crecimiento sano. El resultado, sin embargo, fue exactamente el contrario: El déficit aumentó a su mayor nivel en la historia y la economía tuvo, lógicamente, un desempeño decepcionante. Reagan también ofreció crear un escudo antimisiles de alta tecnología (que algunos designaron irónicamente como de la "Guerra de las galaxias"). Al final, sin embargo, lo único que consiguió fue desperdiciar decenas de miles de millones de dólares del dinero de los contribuyentes. Habrá que ver si George W. cumplirá en verdad las peligrosas promesas que ha hecho durante su campaña y que ha ratificado ahora en su inauguración. Su propio padre, como candidato, hizo también algunas torpes promesas de corte reaganiano, pero cuando llegó al poder se resistió a dejarse seducir por la economía vudú y aplicó políticas sensatas que empezaron a establecer los cimientos de lo que sería el crecimiento de la era de Clinton. Siempre existirá el peligro, sin embargo, de que Bush junior trate ahora de cumplir sus promesas de campaña: Que recorte los impuestos al tiempo que aumenta el gasto en proyectos improductivos. Con esto regresaría por sus fueros el déficit de presupuesto y se le haría un daño monumental no sólo a la economía de los Estados Unidos sino a la de México y a la del resto del mundo. Videos y penales Se supone que el penal de Puente Grande, en Jalisco, es del mismo nivel de seguridad que el de Almoloya de Juárez. Si no, "El Chapo" Guzmán no habría sido trasladado a aquél. Hoy sabemos que en Almoloya se graba en video a los internos las 24 horas, incluso cuando reciben visitas íntimas. ¿Qué pasó, pues, con las cámaras de Puente Grande? ¿Nos dicen las autoridades que las que tomaban a "El Chapo" Guzmán fueron bloqueadas durante la evasión? Los custodios no se dieron cuenta. Quizá estaban concentrados en escenas más sugestivas. Sergio Sarmiento Realizó estudios en la Universidad de Londres y se graduó con honores en Filosofía en la Universidad York de Toronto; colabora con diarios de Nueva York, Londres y París.

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