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El Imparcial / Ciudad Obregón / Mercadito

Conservan tradición de asistir al Mercadito

Frutas, verduras, pescados y carne, productos frescos directos del campo y del mar, son parte de lo que se puede encontrar en el tradicional Mercadito Unión, que tiene décadas de labor.es

Fue alrededor de 1960, cuando este comenzó con sus ventas, como la Central de Abastos de Obregón. Ahí han comprado varias generaciones de cajemenses y muchos de ellos conservan la tradición que iniciaron sus padres y abuelos.

"Tiene más de 50 años operando de manera constante, la construcción de las bodegas son 100, pero negocios establecidos, como algunos tienen hasta 2 ó 3 bodegas, son como 50 negocios, no se ha perdido la esencia del funcionamiento de este mercado que es la canasta básica", platicó Trinidad Esquer Duarte, administrador.

Fue a los pocos años de su construcción cuando las autoridades le negaron el paso de los grandes camiones de carga o tráilers por los daños en el pavimento y el difícil acceso, recordó, por ello la creación de la actual Central de Abastos en la salida o entrada Sur de Ciudad Obregón.

Allá se abastecen los comercios grandes y las ventas son casi todas al mayoreo, pero aquí, en el Mercadito de la calle California, es el ama de casa o el microempresario quien llega en busca de la canasta básica.

Aparte de estar en una zona céntrica y sacar de apuros a cualquier hogar en la cuestión del surtido de hasta los quesos, huevos, especies, dulces y demás, este se ha convertido en un importante generador de empleos, y todo en un ambiente totalmente familiar.

"Hay locatarios que tienen 50 años aquí, son pocos los sobrevivientes (fundadores), ahorita ya están los hijos, los nietos; viejos fundadores son pocos ya trabajando", mencionó el administrador.

Joaquín Camacho Molina llegó a este mercado cuando tenía 18 años en busca de empleo, y hoy en día es propietario de su propio negocio, con el que sacó adelante a su familia.

"Yo llegué el 22 de diciembre de 1962 con 18 años de edad, no estaba pavimentado, de construcción había muy poco, había puros tejabanes, me fui en el 66 y volví en el 73, cuando llegué era empleado, cuando volví ya puse este negocio y hasta la fecha tengo 45 años aquí. Hemos tenido épocas difíciles, pero de aquí salió para mis hijos", destacó.

El Mercado que comenzó como una Unión dio oportunidad también a Irineo Cabrera Ramos en 1972, para vender naranjas sin imaginar que un día seria considerado como un socio fundador.

"Empecé vendiendo naranjas, el primer día vendí 10 mil contadas en una camioneta, pagaba 10 pesos diarios por meter la troca, después adquirimos este local, se quemó en el 87 y después conseguimos construir y poco a poco hemos avanzado, 18 locales se acabaron", mencionó.

Desde que llegan los primeros rayos del Sol, los clientes poco a poco comienzan a arribar para sacarle la vuelta al calor, detalló Óscar Guerrero, uno de los trabajadores de una frutería, quienes ya saben a qué local llegarán.

Aunque este se mantiene con centenas de visitas que no son contabilizadas durante todos los días, es en las quincenas cuando más compradores llegan, o en temporadas como las de Semana Santa, Navidad, Día de las Madres, Día de Muertos y demás.

Aparte de ofrecer todo lo necesario para la preparación de los alimentos, el Mercadito ofrece comida, y fue de ahí donde surgieron los tradicionales taquitos "paseados" que hoy se ubican por toda la ciudad.

"Aquí está el origen de los taquitos que ya proliferaron por todo Obregón, el taquito ese de comal y el agua fresca, aquí empezó, antes se venían hasta acá por ellos, ahora en cada esquina hay un triciclo, y son de ellos", añadió el administrador.

Este Mercado es parte característica de Cajeme, y quien llega debe conocerlo al igual que el Mercajeme y la misma Laguna del Náinari, pues ha visto crecer la ciudad modificándose a las necesidades, sin perder su esencia natural.

"Si vienes a Obregón y no vienes al Mercadito Unión por fruta, tacos, un agua fresca, queso de rancho, haz de cuenta que no viniste a Obregón", concluyó Camacho Molina.

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