Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Ciudad Obregón / colección

Le apasiona coleccionar imágenes de vírgenes

Desde su juventud, Alma Cristina Valenzuela de Guzmán, inició con la colección de bultos, esculturas, estampas y cuadros de las vírgenes más representativas.

Su ilusión de formar una colección de vírgenes nació cuando era una niña, luego de visitar la casa de una tía, de quien imitó la pasión de ser coleccionista de las imágenes de la Virgen.

En los diferentes cuartos de su casa y varios de los rincones se encuentran las figuras de su colección, cuando sale de viaje y conoce algún nuevo lugar, se da a la tarea de estudiar qué virgen es venerada para traerla a su casa.

Para incrementar la colección le han sucedido un sinfín de historias, recordó, pues cuando subió al avión para traer desde Oaxaca a la Virgen de la Soledad, había una leyenda que decía; "No puede pasar artesanías". Ella, recordó, sólo le pidió a la virgen que le ayudara a pasar las trabas y llegar a su casa.

Desde entonces una escultura hecha con barro negro decora la sala de su casa, en otra área se encuentra la Virgen de Talpa, una de sus favoritas, elaborada de barro amarillo, una de las más hermosas esculturas.

Las vírgenes del Rocío y de la Macarena, representativas de España, elaboradas en Jalisco, lucen en la entrada de su hogar. Las dos esculturas de madera con hoja de oro reciben a quienes visitan su casa.

En el distribuidor de su casa tiene retablos con pinturas vírgenes peruanas, así como la Virgen de Guadalupe que compró en Guatemala, que fue elaborada con madera.

En su visita en Praga, adquirió una virgen que le gustó tanto que compró varias figuras, una para ella y las otras para sus hijas, para obsequiarlas como regalo en el día de sus bodas.

"Una de mis hijas se casó el año pasado, ya le obsequié una, mi ilusión es que ellas tengan al igual que yo, réplica de esta hermosa Virgen para que sean bendecidas como yo", destacó Alma Cristina.

En esta nota