José Martínez Colín

El fundamento de nuestra paciencia es nuestra confianza en Dios que todo lo puede y contamos siempre con su amor inquebrantable.

“La esperanza es promover la ilusión en circunstancias que sabemos que son desesperadas”.

Sin la fe, comenta el papa Francisco, no tendríamos ojos que ven incluso en la oscuridad.

El ser humano necesita tanto las virtudes cardinales como las teologales, otorgadas por el Espíritu Santo, para alcanzar la santidad y evitar la soberbia, logrando así vivir verdaderamente en el bien.

La templanza y la prudencia son esenciales para saber cuándo hablar y cuándo callar, reflexionando antes de actuar para mantener relaciones armoniosas y valorar lo importante en la vida.

La templanza como virtud clave para equilibrar y controlar nuestras pasiones, evitando que nos dominen y nos lleven a la autodestrucción.

"Las personas fuertes crean sus acontecimientos; las débiles sufren lo que les impone el destino." - Alfred Víctor de Vigny

Voz del Papa

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La prudencia es esencial para gobernar y armonizar diferentes puntos de vista.

Explorando el concepto de la muerte, se destaca la idea de que esta marca el inicio de un viaje, con la guía de la fe y el amor divino. Se enfatiza que Jesús resucitado representa la victoria sobre la muerte, invitando a la reflexión sobre la Vida eterna.

Voz del Papa

El Evangelio nos da lecciones. Pedro alardeaba de su fidelidad, pero pronto niega de Jesús y experimenta que es como los demás.

La vanidad, descrita como la autoestima inflada que busca atención y alabanza, es criticada por el Papa Francisco, quien la considera un obstáculo para la humildad y el verdadero amor hacia los demás, en su reflexión semanal.

Este síndrome se refiere a la incapacidad en reconocer en los demás como válidas sus ideas o el miedo a ser superado profesional o personalmente por otros