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El Imparcial / Mexicali / El Hongo

Reconstrucción de caseta de El Hongo generó afectaciones a sector autotransporte

La falta de inversión económica en las carreteras del estado genera una falta de modernización en las mismas desde hace casi 50 años

El cierre por reconstrucción que se llevó a cabo durante poco más de un mes en el tramo La Rumorosa - El Hongo en ambos sentidos, ha generado afectaciones en el sector del autotransporte.

Luciano Jiménez Laveaga, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte (Canacar), ha señalado que dicha zona ha experimentado dificultades debido a la falta de rutas alternas.

Jiménez Laveaga aclaró que el problema no radica en la reconstrucción de la caseta en sí, sino en la carencia de rutas alternas, situación que se origina por la falta de inversión económica por parte del Gobierno Federal.

Dio a conocer que, según la información proporcionada a la cámara empresarial, la reapertura de la caseta no implica una remodelación o ampliación en términos de carriles, por lo que seguirá experimentando los problemas que se han presentado anteriormente.

Todos somos conscientes de que en esa zona se genera un cuello de botella de alto flujo, por lo que el hecho de que no aprovechemos esta circunstancia para ampliar la infraestructura refleja una falta de toma de decisiones a nivel regional”, agregó.

Puntualizó que al menos en esa zona, mientras no se realice una inversión económica para modernizar el tramo carretero, no se favorecerá al turismo que se moviliza durante los fines de semana.

Jiménez Laveaga explicó que uno de los mayores problemas que enfrenta la Canacar es el hecho de que las carreteras del estado siguen siendo las mismas que hace 50 años, mientras que Baja California ha experimentado un crecimiento constante.

Opinó que la creación de una red estatal de carreteras sería viable, basándose en la buena labor realizada por el Fideicomiso Público de Administración de Fondos e Inversión del Tramo Carretero Centinela-Rumorosa (Fiarum).

Agregó que otros concesionarios, tanto federales como privados, no alcanzan el mismo nivel de calidad y precio que los concesionarios estatales, como es el caso del Fiarum.

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