Vivir con miedo

Bastaron cinco minutos de declaración del secretario de Seguridad, Laureano Carrillo para avivar el tema de la percepción de inseguridad y la muy fallida lucha o estrategia mediática, ya no para disminuirla, sino cuando menos para contenerla.

Una mini encuesta con tres personas y, dicho sea de paso de la misma familia, fueron su muestra para decir que la gente opina que se siente insegura porque se publican muchas noticias de crímenes en los medios informativos. Después corrigió y dijo que eran comentarios de delitos que subía la gente a redes sociales, no necesariamente de medios de comunicación.

Ciertamente, el secretario de Seguridad habló también de otros factores que estarían influyendo en la percepción negativa de seguridad que tiene la población, y esa sensación que emana de que en cualquier lugar podrían ser víctimas de un delito.

Entre esos factores destacan asaltos constantes en Oxxo, la publicación cotidiana de delitos en medios informativos, y por otra parte, la falta visible de policías en las calles.

Cabe mencionar en este último punto, el hecho de que la población vea de manera constante patrullajes o un policía en su entorno, no necesariamente le va a generar mayor seguridad; dependiendo del comportamiento de los agentes esto podría ser incluso negativo.

Si los agentes son señalados por cometer actos de corrupción, no necesariamente va a ser una influencia positiva que sumará a la sensación de seguridad que se requiere por parte del ciudadano, sino que es contraproducente.

La percepción es un lucha diaria que cae con el mínimo error en la declaración. Por ejemplo lo sucedido la semana ante pasada con las declaraciones de la Fiscal General del Estado, María Elena Andrade, quien informó en rueda de prensa que un hombre localizado “encobijado” en un lote baldío del fraccionamiento San Marcos había muerto por sobredosis o cirrosis.

Situación que de manera inmediata generó las críticas y memes de la población en redes sociales, en donde se burlaban de que la víctima tuvo tiempo para “encobijarse” y tirarse en un lote.

Luego, la semana pasada también se dió una diferencia en cuanto a la narrativa entre el Fiscal de Homicidios, Miguel Ángel Gaxiola y el director de SEMEFO, César Raúl González Vaca, respecto a la persona localizada sin vida en Islas Agrarias B, a quien le faltaba el esófago, la tráquea y los pulmones.

Mientras que el Fiscal de Homicidios señaló que se trataba de animales carroñeros, el director SEMEFO informó, en su análisis científico, que fueron manos humanas las encargadas de extraer los órganos, lo cual, evidentemente también generó una dosis de inconformidad y de mala percepción en las redes sociales.

Para mejorar la percepción de seguridad se requieren acciones contundentes y concretas que tienen un costo político de mediano y alto riesgo.

Titánica acción la que deben hacer las autoridades, si quieren frenar este crecimiento de la percepción de inseguridad, que además es una obligación que tienen. No solamente la reducción de los delitos, sino hacer que la población se sienta segura en sus entornos, lo cual le traerá beneficios socialmente hablando a la ciudadanía.

¿Se imaginan vivir con miedo, aunque no haya sido víctimas de un crimen?

Evidentemente eso genera graves consecuencias en la vida cotidiana de las personas; no acuden a ciertos lugares en determinados horarios, se resguardan, dejan de producir, gastar, el circulante disminuye o se concentra en zonas que la población considera más seguras.

No es solo bajar los índices de homicidios o delitos en general, deben lograr que la población entienda, atienda, asimile y por ende se sienta más segura.

La verdad sea dicha

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.