La fuga... ¿imposible?
Hace unos meses, en Oslo, Noruega se anunció que el premio Nobel de la paz 2025.

Hace unos meses, en Oslo, Noruega se anunció que el premio Nobel de la paz 2025, era para María Corina Machado, por su lucha en pro de la Democracia en su país Venezuela, algo que a nosotras nos llenó de alegría y orgullo por su liderazgo en defensa de la Libertad, una gran inspiración de valor para toda América Latina, al enfrentar el régimen dictatorial de Nicolás Maduro.
Ella, cuando Chávez era el mandatario, también se le enfrentó, y en su cara lo cuestionó, desmintiéndolo de todo lo que éste presumía, que en realidad, eran puras mentiras, tal como sucede ahora con la presidente Sheibaum y sucedió con López los seis años que “gobernó” nuestro país.
Desde que se supo en Venezuela de la distinción para ella, dado que permanecía escondida, el régimen de Maduro vio la oportunidad de apresarla cuando ésta acudiera a recibir el premio; ella sabía del riesgo que corría, pero una vez más, decidió enfrentarlo, e ir a Noruega por él.
Durante siete días María Corina desapareció del mapa, no hubo rastro, señal, ni pista de ella, solo rumores y un régimen desesperado buscándola sabiendo que ella quería recibir en persona tan importante galardón. María Corina de 58 años, caminó por sendas desconocidas, primero en moto, en burro, entre montañas, cambiando rutas continuamente, como si la persecución respirara detrás de ella. Disfrazada con peluca rubia, cada paso era un peligro, una decisión de vida o muerte. Sabía que si la descubrían, el régimen de Maduro no la dejaría viva.
Por fin, llegó a una playa, subiendo a una pequeña embarcación; cuando estaban en mar abierto escuchó el ruido de un helicóptero militar, suspenso absoluto, ¿Era del régimen, era una trampa, era su final? Una vez detenida la lancha, una figura se lanzó desde arriba sosteniéndose con una cuerda, era un marines de los Estados Unidos en el aire, no dijo quién lo envió pero sabemos que fue Donald Trump. Le extendió la mano a María Corina y la abrazó, trasladándola a salvo a un avión que la esperaba para viajar a Oslo a recibir su premio.. Llegó 12 horas tarde, razón por la cual su hija Ana Corina lo recibió en su nombre llena de emoción. El aplauso de pié de los asistentes duró varios minutos, conmovida hasta las lágrimas, agradeció el premio y habló maravillas de su madre, de su valentía, su fe y coraje para lograr lo que ya se vislumbra: La Libertad para su país, Venezuela.
La alegría del encuentro con su familia, su hija, su madre, de quienes estuvo separada por años, es indescriptible. Luego muchos venezolanos llegaron donde se encontraba para ovacionarla, cada uno con una vela encendida, una luz cuyo significado gritaban emocionados: ¡Libertad, Libertad!
Tristemente nuestra Presidente Claudia, no ha tenido un solo comentario al respecto, se dice demócrata, pero los hechos demuestran otra realidad. Contrariamente María Corina con su entrega, se ha ganado el cariño, respeto y admiración del mundo entero, excluyendo los regímenes comunistas que gracias a Dios pronto caerán. Primero Venezuela, país que Estados Unidos ya tiene rodeado con un Maduro arrodillado y aterrado. Muy pronto sabrán que NO son intocables, la Justicia los alcanzará y pagarán su maldad.
¡Mujer mexicana forja tu Patria!
*- La autora es consejera familiar.
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