Tambores de guerra

Es Morena, siendo Morena.

Vienen en combo, el partido en el gobierno, junto con su propia oposición, brindándole a sus contrarios información como oro molido, para ser usada, a veces de manera magistral y otras torpe, perdiendo la oportunidad.La semana pasada estalló una bomba informativa que apuntaba para ser más letal, pero que se quedó suspendida, aún.

Medios informativos nacionales publicaron un combo de citatorios de la Fiscalía General de la República. La implicación de 20 personas por parte de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) en presuntos actos de lavado de dinero, relacionados con el crimen organizado, además de uso de recursos de procedencia ilícita.Una denuncia anónima realizada a través de un correo electrónico que generó los citatorios, de los cuales solo llegó a uno de los destinatarios: el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño. Al menos fue lo que dijo la gobernadora, Marina del Pilar Avila.

No fue entregado a Carlos Torres, ex esposo de la mandataria estatal.

Ni al senador de Morena, Armando Ayala, quien también declaró al respecto.

Entre los presuntos implicados según los citatorios “filtratos” por personal de la FGR, están algunos de los aspirantes a la candidatura de Morena a la gubernatura.

Lo que motivó que esto fuera considerado como “una vacilada” o “cuestión política”, según lo expresado por el alcalde de Tijuana.

Y es que luego de ser citado por la FGR ante una investigación por presunto lavado de dinero y delincuencia organizada en su administración municipal, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño dijo que acudiría a declarar ante la autoridad federal.

Ante medios de comunicación de Tijuana la mañana del miércoles 19 de noviembre, señaló que el citatorio que le enviaron es real; que a esa primera convocatoria acudieron sus abogados ante las autoridades federales, el martes 18 de noviembre, porque no sabían nada de esta carpeta de investigación y desconocían las acusaciones.

Su “calidad de imputado” le hacía ruido.

Pero dijo que si lo vuelven a citar acudirá ante la autoridad federal.

Señaló que son acusaciones anónimas en contra de 20 personas, entre ellas él, realizadas a través de correo electrónico, de donde se derivaron las citas, que fueron filtradas a medios de comunicación en el centro del país.

A pregunta expresa, Burgueño negó que haya usado empresas “fantasmas” ligadas a bandas criminales en su administración o que haya entregado contratos a ese tipo de negocios.

La información está en transparencia para ser revisada, señaló.

“El que nada debe nada teme”, expresó Burgueño e indicó que ante la presunción de inocencia no debieron filtrarse los citatorios a los medios informativos.

Señaló que jurídicamente irá hasta donde tope, porque no va a permitir que manchen su imagen.

Palabras comunes entre los políticos, que revisten especial magnitud en este escenario que se vive. Acusaciones anónimas que por supuesto deben investigarse por la autoridad federal.

Después de estos hechos se deslizó que la “mano que meció la cuna” fue otro aspirante a ser candidato de Morena a la gubernatura en el 2027, el depuesto delegado federal, Jesús Alejandro Ruiz Uribe, quien evidentemente lo negó.

“Dejó demasiadas huellas”, nos dicen.

Es más que evidente que esto calentó el panorama de la sucesión en Baja California.

Se prevé, incluso, que en diciembre pudiera hacerse la encuesta interna para saber quienes realmente podrían ser los candidatos.

Y semanas después pudiera estarse eligiendo al Coordinador de la Defensa del Segundo Piso de la Cuarta Transformación para Baja California, es decir, su candidato.

Esto, para frenar un posible descarrilamiento del proceso electoral interno en el partido guinda.

Aunque todo en este escenario duele: funcionarios señalados y presuntamente investigados por nexos criminales o una FGR que podría ser usada como brazo político ejecutor a favor de uno de los grupos participantes.

La verdad sea dicha

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.