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Cempasúchil

Cuenta la leyenda que en la Noche de Muertos la flor de cempasúchil por su vistoso color azafranado.

Miguel Ángel Lino

Cuenta la leyenda que en la Noche de Muertos la flor de cempasúchil por su vistoso color azafranado (rojo-anaranjado) y su rico aroma es la guía del alma de los difuntos al encuentro con familiares y amigos hasta el altar en donde se les recuerda con su imagen y variadas ofrendas con aquello que más les gustaba..

La leyenda continúa narrando cómo Xóchitl y Huitzili se juraron amor eterno al tiempo que le hacían ofrendas a Tonatiu, Dios del Sol; pero la guerra les impide estar juntos ya que Huitzili lucha como soldado y muere. Ante la tragedia, Xóchil le pide a Tonatiu que le ayude a estar con su amado. Entonces, el Dios del Sol la convierte en una bella, llamativa y brillante flor de mágica esencia. Así, el alma de Huitzili localiza el espíritu floral de Xóchil y reunidos eternizan su amor.

Otra leyenda purépecha dice: “Al morir las almas vuelan como mariposas monarca sobre el lago de Pátzcuro hasta la isla de Janitzio para llegar a descansar...” es por ello que el 1º de noviembre -al declinar el sol- cruzan el lago infinidad de embarcaciones que transportan a todos los que van ha celebrar la tradicional Noche de Muertos. Al pisar tierra, emprenden el recorrido de un camino bordeado con un sinfín de pétalos de cempasúchil que los conduce al panteón en donde se ha levantado un hermoso y gigantesco altar enriquecido con todo tipo de ofrendas, viandas y cientos de velas que se suman a las que llevan en sus manos los visitantes para conforman un espectacular paisaje que ilumina y hace vibrar a Janitzio.

LA PALABRA DE HOY: CEMPASÚCHIL

Del náhuatl ‘cempoalxóchitl’ que significa “flor de veinte pétalos” que conserva el calor y color del sol que ilumina y traza el camino -desde la entrada de las casas- para que las almas de los difuntos lleguen hasta el altar de muertos en donde sus seres queridos los recuerdan.

Después de las lluvias -en junio- con un clima que oscila entre 18 y 20 ºC., se siembra la insigne flor que madura en alrededor de 90 a 120 días, para florecer justo a tiempo de las festividades a principios de noviembre..

Se les llama “flor de muertos”; pero la biología floral -rama de la botánica- las identifica como plantas herbáceas de la familia de la Asteráceas; que en realidad son la inflorescencia de múltiples flores pequeñas que se cultivan en la Ciudad de México, Durango, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala... también florecen en varios países de Centro y Sudamérica como en África y Asia...

Pero, no es solo una; ya que existen 58 especies de cempasúchil, de las cuales 35 se localizan en su país de origen: México, en donde además de riqueza botánica es patrimonio cultural...

Por ello, aquí yo quise resaltar la mágica relación entre vivos y muertos, de amor y reencuentro, en donde por siempre estará presente la mítica, azafranada y multifloral cempasúchil.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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