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Golpiza y censura

Lo del pasado martes 26 de agosto no fue solamente un delito de lesiones calificadas.

Jorge  Heras

Lo del pasado martes 26 de agosto no fue solamente un delito de lesiones calificadas, amenazas y pandillerismo, el agravante es que la víctima es periodista, por lo tanto se trata de un acto de censura y atentado a libertad de expresión contra un servidor y contra la sociedad en general, porque el ataque fue contra los derechos constitucionales de que la población esté informada y contra el gremio periodístico en su labor profesional.

El caso refleja la violencia que se vive en el país, en la cual las y los periodistas no estamos exentos de vivirla, incluso representa la vulnerabilidad en la que se encuentra ejercer el periodismo en nuestros centros de trabajo, pues aunque quienes reporteamos en la calle todos los días tenemos nuestros propios protocolos por los riesgos de nuestra profesión, aún con eso las personas que buscan censurarte van a encontrar la manera de atentar contra el periodista contratando a personas o enviando emisarios acomedidos para quedar bien con el jefe.

Ese 26 de agosto a las 7:56 horas todo cambió para varios proyectos periodísticos de Mexicali, pues si bien es cierto atentaron físicamente solamente contra un periodista, tuvo un efecto directo con el cierre de la casa productora. Además generó un clima de inseguridad para las y los reporteros al quedar en evidencia que la impunidad que se genera en las agresiones a periodistas fue una de las motivaciones para que se diera el ahora conocido como el caso Heras.

Como ha sido mi vida como reportero desde hace 17 años, he sido puntual en mis críticas y cuestionamientos. Así como lo he venido diciendo desde el mes de junio: hay una afrenta del Teniente Coronel Jorge Enrique Medina de Jesús, mano derecha y amigo del General, Laureano Carillo, secretario de Seguridad Pública Ciudadana de Baja California. Ellos saben por qué me golpearon, desde sus oficinas han hecho campañas en mi contra, las cuales he denunciado públicamente.

Hoy, hay 3 autores materiales detenidos: El Cholo, Hernán y un policia municipañ en activo de nombre Hugo Alfredo. Falta el o los autores intelectuales.

Me queda claro que la violencia contra los periodistas escala desde campañas de desprestigio hasta las agresiones físicas o los asesinatos.

No solo se trata de ataques a libertades y derechos consagrados en la Constitución, sino que ponen en riesgo la vida de quienes ejercemos la profesión y oficio del periodismo.

Adquiere mayor relevancia contra la sociedad y sus periodistas cuando se trata de violencia institucional ejercida desde las cúpulas de poder traducido en espacios políticos o policíacos.

Son actos de censura que adquieren fuerza en las amenazas directas o veladas y decantan en agresiones o atentados contra la vida.

No es una cosa menor, la organización Internacional Artículo 19 ha documentado en 2025 medio centenar de agresiones físicas a periodistas y seis asesinatos en México.

La verdad, la develación de sus acuerdos y negocios es lo que les ofende a estos hombres resguardados en su laberinto dentro del poder político o de los grupos fácticos.

REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: La verdad no se mata callando a periodistas.

*- El autor es periodista de Baja California.

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