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¿Socialismo o capitalismo?

Increíble que en pleno siglo XXI, haya quienes creen y defiendan el socialismo, léase comunismo.

Anita B.  de Ochoa

Increíble que en pleno siglo XXI, haya quienes creen y defiendan el socialismo, léase comunismo. No les basta saber la forma inhumana en la que viven habitantes de países con ese flagelo, por ejemplo Cuba, por más de 60 años. Durante décadas, las noticias que llegaban de Cuba, eran falsas: Todo iba de maravilla, no había pobreza sufrimiento ni protestas, había desarrollo, paz y libertad. Y cuando alguien opinaba distinto, no lo creían, porque en las escuelas, especialmente en universidades, se promovía la “igualdad” atacaban a los ricos explotadores, injustos, sin decirles lo que esa igualdad representaba: TODOS POBRES, sin trabajo, sin derechos, sin futuro…

Hoy, gracias a las benditas redes sociales, ya no es fácil engañar; existen videos del estado actual de Cuba, antes de Fidel Castro un país promisorio, construcciones hermosas y enorme futuro, quedo destruido; actualmente las casas a punto de caerse, carros de los años sesenta, gente buscando alimentos en la basura, o haciendo filas interminables desde la madrugada para recibir del gobierno un pedazo de pollo, arroz, agua, condenados a prisión si protestan, torturados, asesinados, o huyendo en balsas por tener libertad…

Para quien aún tenga dudas de lo que es el socialismo comparado con el capitalismo, veamos dos ejemplos : Cuando Alemania en la segunda guerra mundial fue derrotada, se dividió en dos: La República Democrática Alemana, siendo en realidad un régimen socialista y la otra mitad, República Federal de Alemania, con sistema de libre mercado.

Tiempo después, la Alemania socialista, levantó el muro de Berlín, para que la gente no huyera del socialismo al capitalismo. Cuarenta años después, en 1989, los alemanes secuestrados por el régimen socialista, tumbaron el muro desesperados por su situación de pobreza extrema. Tenían un país atrasado, pobre, sin industria, sin tecnología, encontrando en la Alemania capitalista, un país desarrollado, con infraestructura, trabajo, futuro para todos, no como en la Alemania socialista que los únicos ricos eran los dictadores y sus aliados.

Aquí comprobamos que el socialismo no sirve, que entre más se mete el Estado con impuestos y trabas para la inversión, menos riqueza se genera y más pobreza crece. La historia de Alemania lo demuestra. El otro ejemplo: Corea, al final de la guerra se divide en dos: Corea del Norte socialista y Corea del Sur capitalista. La Corea con el 93% de industria de acero y 86% de industria química, quedó del lado socialista, que ya el gobierno ha destruido; sus habitantes sobre viven en pobreza y esclavitud. En cambio Corea del Sur, abrió la puerta al libre mercado y hoy es una potencia económica y tecnológica mundial.

En México nos encontramos en una peligrosa disyuntiva: Morena y su gobierno están imponiendo un socialismo que acabaría con la libertad y el futuro de varias generaciones. Ya no es suposición, es algo que en estos siete años hemos comprobado: Mientras manipulan a mexicanos con limosnas, “los austeros” andan en Europa despilfarrando nuestros impuestos, pero lo más grave: Han destruido los sistemas de Seguridad, Salud, Educación, Transparencia, Justicia, Estado de Derecho, con la política de “abrazos no balazos”, estamos en manos del crimen organizado, un cáncer con metástasis en todos los Estados de la República. En este enorme peligro, ¿Seguiremos cómodamente cruzados de brazos?

¡Mujer mexicana forja tu Patria!

*- La autora es consejera familiar.

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