Reinventar la competitividad: Infraestructura, talento y políticas en el liderazgo económico
Mi participación en el foro “Visión Nacional sobre los Retos y Oportunidades de la Industria Manufacturera” de INDEX Zona Costa confirmó una verdad incómoda: México desperdicia su ventana histórica como primer socio comercial de EE. UU.

“La productividad no lo es todo, pero a largo plazo es vital” Paul Krugman
Mi participación en el foro “Visión Nacional sobre los Retos y Oportunidades de la Industria Manufacturera” de INDEX Zona Costa confirmó una verdad incómoda: México desperdicia su ventana histórica como primer socio comercial de EE. UU. si no redefine urgentemente su competitividad industrial. La advertencia de Krugman resuena con crudeza al analizar nuestros pilares fracturados, donde la infraestructura revela la primera contradicción. Mientras Vietnam digitaliza el 100% de sus corredores logísticos, México invierte apenas el 3.1% del PIB en transporte frente al 6.5% mínimo requerido. Esta insuficiencia explica por qué puertos estratégicos como Manzanillo operan en un porcentaje mucho menor de su capacidad, generando sobrecostos del 25% en cadenas de suministro. No son meros incidentes operativos, sino fallas estructurales que ahuyentan inversiones ante competidores como India, donde los parques industriales se autorizan en 15 días frente a nuestros 78 días de trámites burocráticos.
Frente a esta realidad, el talento emerge como la brecha silenciosa. Iniciativas como las de Mexicali —vinculando instituciones académicas con el sector productivo— deben replicarse exponencialmente ante la competencia global. Solo el 12% de las pymes manufactureras acceden a capacitación tecnológica, mientras India gradúa 1.5 millones de ingenieros anuales con programas duales. La consecuencia es clara: vacantes críticas en automatización frenan nuestra reconversión industrial. Urge formar ingenieros especializados 4.0, técnicos en sistemas avanzados, gestores de innovación continua, expertos en inteligencia artificial y automatización, especialistas en integración digital y profesionales en cadenas verdes de valor, perfiles que ya exige el mercado global.
Pero ni infraestructura ni talento funcionan sin políticas públicas coherentes. La desalineación crónica entre Hacienda y Economía fragmenta incentivos fiscales, contrastando con paquetes armonizados que Vietnam o India ofrecen mediante ventanillas únicas digitales. Resulta prioritario establecer un Consejo Nacional de Competitividad con facultades ejecutivas para homologar estándares ESG (Environmental, Social, and Governance) en corredores industriales, condicionar incentivos a transferencia tecnológica —no solo creación de empleos— y digitalizar permisos replicando modelos como SINGA de Singapur, que redujo trámites de 20 días a 8 horas.
Ser competitivos exige trascender la obsesión por costos laborales. Se trata de construir ecosistemas donde converjan infraestructura predictiva —como sensores IoT en el corredor Manzanillo-Guadalajara—, talento certificado en economía circular y contratos de gobernanza público-privada. El foro de INDEX Zona Costa dejó una lección ineludible: tenemos poco tiempo para evitar que la relocalización sea otra oportunidad perdida. La ruta existe en escalar nacionalmente el modelo de proveeduría local como columna vertebral para ser jugadores globales, donde empresas, gobierno, universidades y financieras codiseñan soluciones. El reloj avanza: o México se convierte en cerebro industrial de América del Norte o perpetuará su rol como mercado reactivo alejado del nivel al que debemos aspirar.
*- El autor es Presidente de Index Mexicali.
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