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El pez por su boca muere

Después de tantas mentiras que AMLO constantemente dijo durante su sexenio.

Anita B.  de Ochoa

Después de tantas mentiras que AMLO constantemente dijo durante su sexenio, por fin encontramos una gran verdad dicha de su propia boca en una de sus mañaneras, rodeado de sus colaboradores: ”Todos los negocios jugosos de corrupción que se hacen en el país, llevan el visto bueno del Presidente de la República”

¡Muy cierto! Porque lo que esta semana se descubrió, comprueba lo dicho por López. Veamos: Desde hace un año, la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno de México (UIF), a cargo de Pablo Gómez, sabían que en la lista de empresas por las que Genaro García Luna lavaba dinero del narco, quien por éste de lito está preso en Estados Unidos, estaba VECTOR Casa de Bolsa, propiedad de Alfonso Romo, nada más y nada menos que el Jefe de la Oficina de López Obrador, motivo por el cual lo encubrieron todo este tiempo, tanto el gobierno de López como el de Sheinbaum.

De hecho nunca nos hubiéramos enterado, si no es porque el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo saca a la luz. La UIF, en voz de Pablo Gómez, experta en rasgarse las vestiduras, revelando al público cualquier movimiento financiero de los adversarios del régimen, aunque lo sabía, jamás lo mencionó simplemente lo escondió. ¡Qué vergüenza para este gobierno que tengamos que enterarnos de sus tranzas y corruptelas por Estados Unidos y no por autoridades mexicanas como es su trabajo y obligación!

Ya el periódico Reforma acaba de publicar cómo la UIF sabía desde hace un año, del nexo entre García Luna y Alfonso Romo. El propio Gobierno de México, puso una demanda civil en Estados Unidos para recuperar 600 millones de dólares, supuestamente desviados por García Luna del erario, a cuentas de sus presta nombres. La UIF detectó que, los acusados por el gobierno de ser presta nombres de García Luna, hicieron transferencias de 47 millones de dólares a través de VECTOR Casa de Bolsa, misma que, recientemente el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó de lavar dinero del narco.

Por la reacción que hemos visto del gobierno, todo apunta que cuando se enteraron que VECTOR estaba vinculada, trataron de ocultarlo razón por la cual en la mañanera la Presidente nerviosa y con el rostro desencajado, repitió 23 veces: ¡No hay pruebas! ¡Traigan pruebas! Dedicándose a defender a capa y espada las tres empresas financieras privadas señaladas por Estados Unidos, como si fueran parte del Estado Mexicano y NO lo son.

No podemos entender con qué cara sale la Presidente a vociferar: ¡No somos piñata de nadie! ¡No a la subordinación! ¡México es un país soberano! Cuando ella sabía desde hace un año que el dinero de García Luna pasó por la casa de bolsa del jefe de gabinete de López y se quedó callada, ¿con qué cara usa el nombre de México? Si nos han dicho todo de García Luna, ¿por qué este “pequeño detallito” se lo guardaron? ¿Será para proteger a su jefe político AMLO quien resulta claramente cómplice en esta trama?

El pez por su boca muere. “Todos los negocios jugosos de corrupción en el país, llevan el visto bueno del Presidente”. Este es uno de ellos. ¿Cuántos más nos habrán escondido? A su tiempo lo sabremos.

¡Mujer mexicana forja tu Patria!

*- La autora es consejera familiar.

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