¿Qué no hacen los diputados?

POR EL DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Cuando votamos, hacemos un análisis de los candidatos, tomando en cuenta su trayectoria. Nuestro voto tiene un valor alto, que inclusive se puede cuantificar en pesos. Por lo que, se supone, la persona beneficiada con el voto, debería pagar realizando acciones en beneficio general de la ciudadanía.

Sin embargo, esto no sucede por qué la prioridad es servirse de los beneficios monetarios que, de manera muy generosa van a percibir en su administración. Tienen una segunda motivación desde que fueron candidatos: la posibilidad de un segundo mandato. Mientras tanto, existen cuestiones que se conocen en los gobiernos, que deberían de ser investigadas, denunciadas y perseguidas por ser delitos penales, pero a los funcionarios de gobierno no les preocupan ni les quita el sueño. No les interesa ejercer la justicia.

Todo el teatro que armaron durante la campaña, qué se centraba en la justicia social, el beneficio colectivo de la población, el respeto irrestricto a las leyes y la obligación de hacerlas cumplir, se pierden por los intereses mayoritariamente económicos de los sujetos electos. Por ejemplo, las legislaturas deben impulsar el cumplimiento de las leyes, pero de manera vale madridista, menosprecian la importancia de nuestro marco jurídico. Al congreso del estado llegan todos los problemas que se crean en las ciudades, pues es allí donde se deberían impulsar las investigaciones de manera vigorosa, contra la enorme corrupción que padecemos. Pero, nada se hace. Allí descansan decenas de denuncias de juicios políticos. El Congreso del Estado es un cementerio de denuncias.

Los funcionarios de gobierno electos están sometidos y actúan de manera servil con el partido en el gobierno. La lucha contra la corrupción es mínima. Pertenecer al partido y haber sido electo, implica doblar la cerviz y seguir los mandamientos que les llegan de las cumbres políticas. Por consiguiente, no hay forma de que se pueda tomar una posición contradictoria contra lo que exige el partido. Ningún diputado, se atrevería a levantarle la voz al dirigente partidario, que lo llevó al poder, porque lo destituirían.

Este es el caso de la que ahora es diputada, y antes fue síndico municipal de Tecate. Su función era encargarse de la justicia municipal, estar al tanto de cómo se gastaba el dinero del ayuntamiento, y supervisar la aplicación de la justicia municipal. Los peculados son delitos que deberían ser perseguidos de oficio, pero que cotidianamente son denunciados por ciudadanos, ante las agencias del ministerio público, o el congreso del estado. Las cinco ciudades originales de Baja California tienen denuncias formales que no fueron investigadas, a pesar de que se siguieron todos los pasos obligados. Esto sucede por qué dentro del congreso, los legisladores tienen acuerdos tácitos, de proteger de manera total a diputados denunciados. Siempre se vota por unanimidad por elolvido del proceso denunciado, sea el acusado del partido que fuere.

En Tecate, a Urbalejo y Moreno, dos expresidentes municipales acusados de peculado, enriquecimiento ilícito y otros delitos, se les dejó libre de cargos. La diputadaMaythé Méndez Vélez, ex síndica procuradora, no sólo no siguió el caso en los tribunales correspondientes, sino que lo olvidópara que no se le siguiera el proceso. Inclusive, se tomó una fotografía con todos losexpresidentes de Tecate, excepto DonaldoPeñaloza, al parecer para blindarlos y dejarles fuera del juicio que se les seguía.

La administración municipal de DaríoBenítez, si tiene cosas graves por las cualestemer, debe irse a dormir tranquilito, pueslos tres diputados no moverán dedo algunopara investigarlo, al contrario, se unificarán como siempre lo hacen para protegerlo hasta las últimas consecuencias. Sí comosíndico procurador no promoviste la justicia en tu ciudad Maythé, como diputada menos vas a tener la decencia de hacerlo. A esose le llama, puntualmente, traición. Vale.

*- El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.