Zona Sísmica

Presidente

El que ya puede salir del bajo perfil que asumió durante unas semanas para que no dijeran que usaba recursos públicos para su campaña para magistrado, es el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), Alejandro Isaac Fragozo López.

El también presidente del Consejo de la Judicatura del Estado está más que seguro de que continuará como magistrado, puesto que estaba incluido en la boleta electoral en la planilla de “candidatos comunes”.

En las indiscretas paredes del Poder Judicial del Estado se escucha que Fragozo López anda seguro porque aunque ya le toca salir de la presidencia del TSJE este año, tiene intenciones reeleccionistas, con el argumento de que con la elección judicial ya no se tratará del mismo TSJE, sino de uno nuevo, por lo que no habría impedimento para intentar quedarse otros añitos como titular del Poder Judicial del Estado.

Claro que está por verse lo que opinen los nuevos integrantes del TSJE electos el domingo pasado.

MANIFESTANTES

Sin duda alguna los maestros de la perversa Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) secuestran y colapsan ciudades para presionar al gobierno federal en turno y a los estatales, para que les cumplan sus caprichos.

Para los gobernantes es fácil argumentar “no caer en provocaciones” o “no represión” en contra de esos grupos porriles, puesto que los funcionarios y la burocracia reciben sus pagos y no quedan inmersos en congestionamientos de horas y horas con motivo de esas protestas nada pacíficas.

En Ciudad de México es el pan de cada día, donde a pesar de la intención planeada y maquinada para causar el mayor daño posible a la ciudadanía, los gobiernos actúan de manera cobarde y cómplice para no usar la fuerza pública, no para reprimir ni impedir la protesta, sino siquiera para obligar a los manifestantes a seguir con sus demandas a la orilla de las vialidades, porque el que sufre las de Caín es el ciudadano de a pie, que no puede llegar a su trabajo, o al aeropuerto, o a una cita médica o simplemente a su casa.

Ayer en Tijuana la CNTE demostró que si en Ciudad de México lo hacen y no pasa nada, en Baja California es lo mismo. Y vaya que lo hicieron al cerrar el paso de la entrada a México por San Ysidro, sin importar el daño económico para los tijuanenses.

Tremendo congestionamiento vial se hizo pero del lado americano, en los freeways, pues los vehículos quedaron atorados por más de una hora.

Tan solo se puede recordar precisamente en Ciudad de México cuando los trabajadores del Poder Judicial cerraron el paso del periférico de aquella urbe, cuando los granaderos los retiraron.

O aquí en la caseta de El Hongo y otras, cuando los manifestantes se apoderaron por meses de las plazas de cobro para robarse los peajes, las autoridades los denunciaron y despejaron.

De que la autoridad puede, puede. Pero una cosa es poder y otra cosa querer.