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AcarreoFest

La participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones públicas no es un juego de fuerzas.

Jorge  Heras

La participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones públicas no es un juego de fuerzas, mucho menos un esquema de simulación de adeptos o convocatoria para apapachar a un gobernante. A falta de herramientas accesibles en nuestra constitución local para que las y los bajacalifornianos hagan valer la democracia directa, la comunidad protesta a su manera y exige rendición de cuentas.

Desde la Dirigencia Estatal de MORENA y la Secretaría del Bienestar se les ocurrió la “excelente” idea de organizar un evento masivo que disfrazaron de “verbena popular” para mostrarle su cariño a la gobernadora, Marina del Pilar Ávila. Lo vendieron como un evento de respaldo como los que realizó MORENA nacional en el Zócalo de la capital del país cuando respaldaron a AMLO vs el sector empresarial y sus ONGs por la reforma electoral, o el que organizaron desde el Gobierno de México para que Claudia Sheinbaum informara la postura de México contra las medidas de Donald Trump.

Sin embargo, el evento del pasado sábado en la Unidad Deportiva Mariano Matamoros en Tijuana no resultó ni medianamente igual de exitoso, al contrario, puede ser contraproducente en la popularidad del Gobierno Estatal, que tuvo que valerse de acarreo de funcionarios estatales, empleados de confianza de los Ayuntamientos y de paraestatales, así como de lideresas de colonias. Los organizadores aseguran que fueron 20 mil los asistentes (dudo mucho que esa sea la cantidad real), lo que deja en evidencia que ese es el nivel de acarreo y movilización que pueden realizar toda la plana mayor de morenista en el poder (diputadxs, senadorxs, legisladorxs locales, regidores y funcionarios de primer nivel). Al final, muy al estilo neoliberal, los organizadores del AcarreoFest ponderaron el número de asistentes, por encima de

Al final, MORENA desperdició un mitin politico que pudo ser la asamblea ciudadana perfecta para que la gobernadora emitiera un discurso memorable contra las medidas trumpistas o incluso un posicionamiento contra la élite empresarial justificando la desaparición del FIDEM o hasta poner a votación a mano alzada una nueva medida o programa preventivo contra la inseguridad.

Era el momento idóneo para que la gobernadora pusiera su sello ante in escenario de crisis. Sus asesores y equipo cercano prefirieron destacar que al interior del Gobierno y los beneficiarios de apoyos sociales la quieren mucho y se Identifican con el marinismo, algo que ya sabíamos.

Movilizaron gente de todos los municipios en decenas de camiones y taxis, le inyectaron cientos de miles de pesos para que al final el evento durara menos de 20 minutos y que solamente nos quede presente que Marina del Pilar Ávila advirtió que “nadie le tira piedras a un árbol que no da frutos, y este árbol está más fuerte que nunca con el apoyo de todos ustedes... porque entre más me golpean más digna me siento”.

MORENA y el grupo que gobierna Baja California están obligados a ser analíticos, a tener autocrítica ante los escenarios políticos y sociales actuales. La democracia representativa con el voto popular es cada 3 y 6 años, pero, la democracia y la política se viven y ejercen todos los días.

En tanto, las fuerzas colectivas que se organizan de manera autónoma para actuar en protesta al Gobierno Estatal continúan con las manifestaciones en los demás municipios, eso sí, con la carnita asada como elemento fundamental. Si se logran articular mejor y definir un pliego petitorio viable se podría venir un escenario más complicado para el marinismo.

REFLEXIONES EN VOZ ALTA: Una nueva Ley de Participación Ciudadana (la actual data de los 90tas) y una iniciativa de Revocación de Mandato por voto popular, son las asignaturas pendientes en el Congreso Local.

*- El autor es periodista de Baja California.